Miguel Ángel Silvestre reconoce que se arrepiente "de haber dicho que sí a algunos personajes" y tiene una película que espera que no vea nadie
Sara Heredia
Sara Heredia
-Redactora jefe SensaCine
Cargada con una mente abierta y mucha curiosidad, explora cualquier documental, película, serie y miniserie que empiece a hacer ruido.

El famoso actor español reconoce que el único poder de un intérprete es saber que sí o que no. Después de eso, está a merced del director

Miguel Ángel Silvestre acabó trabajando como actor por accidente. En realidad se estaba preparando para ser tenista profesional, pero tuvo una lesión que le obligó a dejar el deporte y, después de estudiar fisioterapia -la profesión de su padre-, se decantó por este otro camino. Y nos sorprende que no se hubiera dado cuenta antes porque Silvestre parecía destinado a trabajar ante las cámaras.

Comenzó su carrera en el teatro a comienzos de los 2000, pero cuando interpretó al narcotraficante Rafael Duque en la serie Sin tetas no hay paraíso en 2008 se hizo conocido en todo el país y ya no pararía de trabajar. Este papel le presentó como uno de los grandes 'sex symbols' del país y le cosificó un poco, para que nos vamos a engañar. Muchos podrían señalar que el Duque está muy definido por su presencia física; sin embargo, para Silvestre no es un personaje estereotipado, como sí han sido otros trabajos de su carrera.

"A mí El Duque (Sin tetas no hay paraíso) no me parece un cliché. O Javi Bultaco (Vida y color) tampoco me lo parece. O Lito, de Sense8. O el que hice con Pedro Almodóvar... Cada uno a su manera ha tenido algo peculiar", declaró en una entrevista con Madmenmag por el estreno de la serie de Álex de la Iglesia, 30 monedas. Lo que él intenta evitar son aquellos papeles que son "demasiado planos, hechos desde el punto de vista del cliché" y donde él poco puede aportar porque es algo demasiado visto en nuestro cine.

Arrepentido de una película que no llegó a estrenarse

Como en cualquier carrera, Miguel Ángel Silvestre se ha arrepentido de algunos trabajos, aunque se niega a dar nombres por razones obvias.

Me he arrepentido de haber dicho sí a algunos personajes. Por ejemplo, de una película que no te voy a decir cuál es porque ojalá no la vea nadie: Dije sí y… en buena hora

Lo curioso es que después de esta entrevista, que tuvo lugar en 2020, no ha estrenado ninguna película en el cine -o en 'streaming'-, así que puede que tuviera razón y esa cinta fuera tan mala que no merecía aparecer en la gran pantalla.

Su problema con ella, básicamente, es que era "plana". "El único poder que tiene un actor es decir si o no a un proyecto. Por que una vez que lo has dicho el sí, estás a merced y al servicio de un director. Es su hijo y estás trabajando para él. En el momento que un director te dice 'Esto lo quiero así y no de esta otra manera', tú tienes que ejecutar lo que te pide", asegura. "Me ha pasado con más de una película, no compartir esa visión, y cuando la ves dices 'Uff…» Te sientes muy insatisfecho", termina.

Fracasos aparte, Silvestre ha desarrollado una carrera muy completa, con éxitos como el mencionado de Sense8 -una serie que, a pesar de ser cancelada es fuertemente defendida por los fans- o la valorada En el corredor de la muerte, una miniserie de Movistar sobre el caso real de Pablo Ibar.

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