Pocas veces se puede decir de una serie que es una de las mejores de la historia, pero en este caso es totalmente cierto. Broadchurch (2013), la ficción británica protagonizada por David Tennant y Olivia Colman, terminó hace ocho años y es imposible no seguir recomendándola.
Broadchurch es un 'thriller' policíaco creado por Chris Chibnall y ambientado en una ciudad inglesa ficticia situada en la costa de Dorset. La historia arranca cuando se comete un terrible crimen que acaba con la paz de la localidad: un niño es asesinado. Pronto, casi todos los habitantes parecen sospechosos. La tensión aumenta y una pareja de investigadores descubre, poco a poco, los oscuros secretos de los residentes.
El caso Latimer: una investigación que atrapa
Cuando el cuerpo de Danny Latimer, de solo once años, aparece en la playa y la detective Ellie Miller y el inspector Alec Hardy se hacen cargo de la investigación. Además del drama de la familia que ha perdido a su hijo y el impacto del crimen sobre la localidad, los encargados del caso también tienen sus propios problemas, lo que hace que la historia sea muy rica y llena de matices y sorpresas.
Broadchurch está disponible en Prime Video, consta de tres temporadas y un total de 24 episodios. Cada entrega mantiene la parte policíaca y el misterio, pero también va mutando. La primera se centra en encontrar al asesino de Danny, la segunda profundiza en los problemas de la familia Latimer tras la tragedia y cuenta el juicio contra el asesino. La tercera temporada, por otro lado, sigue la investigación del caso de una mujer que ha sido violada.
Una serie brillante
ITV
Esta es una ficción emocionante, muy emotiva y con interpretaciones brillantes que tiene una nota de la crítica de un 92% en RT. No es para menos. La ficción no solo brilla por cómo está contada la investigación y el suspense que eso atañe, sino por cómo se pinta el pueblo y sus habitantes y cómo la tragedia impacta de forma tan dramática entre sus habitantes.
Es muy interesante ver lo frágil que es en realidad una comunidad que parece muy unida y cómo las historias individuales aportan riqueza y mucho color a la ficción. El espectador se adentra en un microcosmos denso en el que las relaciones se desmoronan, pero también hay espacio para momentos tiernos y emotivos.