Cuando la mítica Breaking Bad terminó en septiembre de 2013, su final generó cierto debate entre los espectadores. La crítica general determinó que el desenlace estaba a la altura del resto de la serie, pero nunca es fácil cerrar una historia como la de Walter White y Jesse Pinkman.
Como recordarás, Heisenberg acaba con sus enemigos con un arma a control remoto que ha instalado en el coche. Pero lo realmente importante es que consigue salvar a su fiel compañero mientras él muere en una emotiva escena. Pues bien, CinemaBlend ha recogido la loca idea que tuvo Bryan Cranston para el destino de su personaje. "Que, de algún modo, se convierta en presidente de Estados Unidos. Porque todo podría pasar", ha declarado Cranston.
Obviamente, sus declaraciones son una broma sobre lo que está pasando en el país. En realidad, el actor no cambiaría ningún detalle del emotivo final, tal y como contó a Yahoo! News: "Fue muy bonito. Y, honestamente, no lo vi venir. No vi venir el final. No sabía dónde estaba yendo. Quería llevarlo paso a paso. No leí cada episodio hasta cuatro días antes de grabar porque Walter White estaba teniendo tantos giros... Sí, fue casi como si tomases una bocanada de oxígeno, tomas un gran golpe de oxígeno y te sientes un poco eufórico y aturdido. Fue algo hermoso".
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