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    Ni escalofriantes ni satánicas. Hablamos con brujas que viven en España y no son como la Sabrina de Netflix

    La ficción protagonizada por Kiernan Shipka pondrá punto final a su historia con una cuarta temporada.

    "Bienvenida, Hija de la Noche. ¿Quién presenta esta niña al bautismo impío?". El Sumo Sacerdote, rodeado de su aquelarre de brujas, se prepara para bautizar a una de las seguidoras de la Iglesia de la Noche. "Nos hemos reunido hoy en este bosque en presencia de nuestro Señor Oscuro, con todas las almas de los vivos y los muertos de nuestro aquelarre: la impía Iglesia de la Noche. Arrodíllate, hija". El Sumo Sacerdote marca la frente de su adepta con sangre. Este momento de Las escalofriantes aventuras de Sabrina tiene todo lo que puedas imaginar sobre lo que supone ser una bruja, ¿verdad? Pues sentimos decirte que estás tremendamente equivocadx.

    Los fans de la ficción de Netflix que adapta la novela gráfica de Roberto Aguirre-Sacasa tendrán que despedirse de la joven bruja interpretada por Kiernan Shipka y su mundo con su cuarta temporada, la cual será la última. Pero antes de que vuelvas a meterte de lleno en los rituales y hechizos de la Iglesia de la Noche, deberías saber que las brujas reales no adoran a Satanás y tampoco son espeluznantes.

    ¿Qué es ser una bruja en España?

    Las brujas de verdad no llevan escoba, no tienen verrugas en la nariz ni van a amenazar con comerse a tus hijos. En realidad, ser una bruja significa algo muy diferente. Para Ness Bosch, sacerdotisa madre de su 'coven', bruja y chamana, ser bruja es casi un camino de desarrollo personal:

    Es una mujer sobre todo empoderada, que se reconoce como sagrada y que conoce su poder para transformar su realidad. Es una mujer conectada con la naturaleza y los elementos que vive según los ciclos naturales y que usa su conocimiento para sanar o ayudar a otros

    "Usamos mal la palabra bruja. Se toma por bruja y por brujería lo que no es", afirma Paloma Luna Crespo, suma sacerdotisa de la confesión religiosa Wicca de tradición celtíbera. "Una bruja es una religiosa consagrada a sus dioses". Ella pertenece a la Wicca Celtíbera, una confesión religiosa inscrita en el Registro de Entidades Religiosas de España y de la que Luna aparece como representante legal. Sus miembros practican lo que ella define como "brujería tradicional". "La religiosidad, desde el Calcolítico en Europa, es llamada brujería tradicional o Wicca", explica. Son politeístas y sus dioses, los mismos que los que había en la Península hace miles de años, son "infinitos". "Seguimos la tradición y no inventamos ni un ápice". Entre sus deidades se encuentra Ataecina, la diosa del renacer, la primavera, la fertilidad, la naturaleza, la luna y la curación. También Endovélico, dios de la salud y protector de la tierra y la naturaleza.

    Hay que tener en cuenta que, además de la Wicca Celtíbera, existen ramas muy diferentes en la brujería y, dentro de estas, clanes familiares y brujas que practican la magia "un poco a su manera". En general, y como indica Ness, estos son algunos grupos en los que podemos clasificar la brujería. "Brujería Verde, Brujería del Cerco, Brujería del Caos, Brujería Solitaria y Ecléctica, Brujería Elemental...". Eso sin contar con la brujería que se desarrolla fuera de Occidente. "En mis investigaciones encontré tratados sobre brujería en Asia, aunque no sé si la práctica sigue y, por supuesto, no podemos olvidarnos de la brujería africana y sus tradiciones derivadas. Es un error pensar que la brujería es propiedad de Occidente o una raza determinada", explica Ness.

    ¿Qué hay de verdad (o no) en 'Sabrina'?

    Entre todos estos grupos, aquellos que tienen presente a Satán son una minoría, al contrario de lo que hemos aprendido a través de la visión de Hollywood. La ficción televisiva y el cine casi siempre han mostrado a las brujas como adoradoras de Satán, sin ningún tipo de bondad y practicantes de magia oscura. En Las escalofriantes aventuras de Sabrina, la protagonista coquetea con el Señor Oscuro hasta que inscribe su nombre en el Libro de la Bestia a modo de intercambio: su alma por poder. ¿Son así las brujas del siglo XXI? Luna lo niega rotundamente:

    Esta serie está basada en lo que se consideraba que era una bruja en la Edad Media. Cuando los perseguidores las tachaban de diabólicas y de malévolas. La brujería de la Edad Media es una malformación

    La suma sacerdotisa ve elementos de la ficción que no pueden compararse con la brujería actual. "¿Cómo una bruja se va a inscribir en el libro del diablo si en la antigua religión no teníamos demonios? Eso es una cosa de la Iglesia". Luna achaca estos pensamientos con respecto a las brujas a lo ocurrido en el pasado, cuando el emperador Teodosio impuso el catolicismo como única religión del Imperio Romano mediante el Edicto de Tesalónica en el 380 d.C. "A partir de ahí empiezan las persecuciones a las religiosas, a las brujas y a los brujos, que eran sacerdotes", afirma. "La brujería era lo que les hacía la competencia, por eso las denominan adoradoras de Satán, su anticristo. Nosotros no tenemos nada que ver ni con Cristo ni con el anticristo porque nuestra religión es mucho más antigua".

    Una de los festividades que aparece en Las escalofriantes aventuras de Sabrina es El Festín de los Festines -sacrificar a una bruja para alimentar con su cuerpo al resto de su grupo. Un acto macabro que no tiene nada que ver con las brujas y brujos de la Wicca Celtíbera. Ellos restablecen la tradición a través de una serie de celebraciones a las que llaman "aquelarre". "Son las fiestas del calendario de los cambios estacionales. Se celebran ocho en el año: solsticios, equinocios y fiestas intermedias". También celebran las 13 lunas llenas anuales y, para ello, acuden a su templo. "Tenemos uno en el campo, muy común y muy corriente, pero siempre vamos al mismo sitio". La suma sacerdotisa nos resume qué hacen, por ejemplo, durante la festividad de la primavera. "Adoramos a la diosa, celebramos los espíritus de la naturaleza, agradecemos, hacemos ofrendas...". Pese a su hermetismo y secretismo, algunas celebraciones las llevan a cabo con público, como el solsticio de verano, llamado San Juan por los cristianos. "Aquí, en Pinto, reunimos a 5.000 personas en el auditorio y hacemos una fiesta celta auténtica"

    Ya hemos aprendido que Satán no es lo más característico de la brujería. ¿Pero hay algo en Las escalofriantes aventuras de Sabrina que tenga similitud con la realidad? Ness Bosch cree que hay alguien en la serie que está explorando este mundo porque está bien documentada. "Se nota en la parte en la que hablan de hierbas, cuando hablan de algún ritual…". Existen elementos muy concretos en la historia que también se dan en el mundo de la brujería real, comenzando por las propias Spellman. Sabrina heredó la magia de sus tías Hilda (Lucy Davis) y Zelda (Miranda Otto), con quienes ha crecido y quienes le han enseñado a utilizar su don. En la tradición de las brujas, la familia es un elemento muy importante:

    La brujería tiende a ser muy familiar. Eso está bien plasmado en la serie porque la magia es muy hereditaria. Los hechizos con los que trabaja una bruja vienen de su abuela o de su madre

    De manera anecdótica, Ness Bosch tiene una experiencia familiar similar a la de la protagonista, ya que sus padres también representaban los dos mundos. "Tenía las dos caras de la moneda en casa. Mi padre, el ocultista, al que le gustaba todo el tema del misterio, ciencias ocultas, mancias [predicciones], las psicofonías y todo eso, y mi madre, la que, por decirlo de alguna manera, buscaba a la bruja en casa".

    Luna, por su parte, pone el ejemplo del Bautismo, un término usado en la ficción para referirse al sacramento más impío de una bruja. A través de esta ceremonia, se firma en el Libro de la Bestia para convertirse en una devota más de su Señor Oscuro. "El bautizo es una palabra católica. Nosotros lo llamamos Iniciación". Y, por supuesto, tampoco hay ningún demonio involucrado. En la Wicca Celtíbera, la Iniciación es un rito por el que, tras un año y un día de formación con un maestro o maestra, se realizan una serie de juramentos y se recibe un nuevo nombre para renacer como bruja o brujo. Lo que se hace en ese rito es secreto, al igual que otros actos dentro de su congregación. "Nuestra confesión es hermética, mistérica [que tiene misterios] y secreta".

    Ness Bosch coincide con Luna al señalar que ella también tiene una especie de bautismo, pero, en su caso, lo llama rito de paso. "Sí, en la brujería o el chamanismo también puede haber una iniciación. Cada congregación suele tener su liturgia, lo mismo que una iglesia. Los ritos de paso son algo que traemos desde la Prehistoria pero se perdieron con el tiempo y solo perduran en algunas sociedades tribales o tradiciones paganas contemporáneas. Ese bautismo de Sabrina no es más que un rito de paso".

    "Hay algo que sí me gustó. Dentro de que no es bruja ni ella ni sus tías ni brujería ni nada que se le parezca", reconoce Luna. "Me gustó que el sacerdote al que ella recurre para hacerle las preguntas le contesta muy bien". Se refiere al inicio del episodio ‘El bautismo oscuro’ (1x02), donde el padre Faustus Blackwood (Richard Coyle), Sumo Sacerdote de la Iglesia de la Noche, responde las dudas de Sabrina sobre el importante rito. "Ella le dice: "Yo no soy mala. Yo no quiero ir al infierno. Yo no quiero obedecer al mal". Y él le explica que el mal no es lo que nosotros nos pensamos". En concreto, Luna habla de cuando Sabrina le cuenta a su líder, preocupada, que ella no es "una persona malvada" y Blackwood suelta una carcajada. "Me alegra oírlo. Yo tampoco. Tus tías tampoco". "Pero el Diablo... Es la encarnación del mal", contraataca Sabrina. "Incorrecto. Es la encarnación del libre albedrío", concluye el Sumo Sacerdote.

    La serie de Netflix y la Wicca Celtíbera sí comparten el hecho de estar organizadas por medio de una jerarquía. En el mundo de Sabrina, el padre Blackwood es la máxima autoridad. En la confesión religiosa de Luna lo es Fernando González, el Kombalkores. "Es el fundador, estuvo 30 años haciendo los estatutos. Kombalkores significa en celtíbero "máxima representación". Después están las sumas sacerdotisas -como Luna- o sumos sacerdotes. Luego, las sacerdotisas o sacerdotes. Tras ellos, las iniciadas e iniciados. Y, por último, los creyentes. "Vamos por orden de antigüedad, que no de categoría. Si alguien se ha iniciado el año pasado, está por delante del que se va a iniciar este año y le debe respeto. Y, si le pregunta, tiene la obligación de explicar". El 'Covenant of the Waters' -'Coven' de las Aguas, en el que Ness Bosch es cabeza y sacerdotisa madre, también tiene una jerarquía. "Cualquier congregación suele tenerla. Es muy distinto cuando hablamos de prácticas solitarias. También hay que diferenciar entre religiones y congregaciones".

    El empoderamiento a través de la brujería

    Si exploramos más a fondo la brujería, nos encontramos con que siempre ha mantenido una estrecha relación con el feminismo. La visión que tenemos sobre las brujas como unas personas peligrosas que utilizan sus poderes para crear el mal es fruto de la implantación de otras religiones, las cuales han manipulado esta representación. La razón, como indica Ness Bosch, no es más que el deseo de ciertos grupos de quitarle poder a las mujeres:

    Una bruja entre los siglos XV al XVIII podía ser, en realidad, una mujer empoderada que sabía lo que quería, que tenía conocimiento, que podía ayudar a la gente… ¿Por qué esa saña contra la figura de la bruja? Porque en realidad eran mujeres que se les escapaban un poco de las manos. Cuando termina la "Gran Era de la Diosa", queda sepultada debajo de religiones monoteístas y se sepulta también a la mujer

    Las famosas quemas de brujas que todos hemos visto en alguna película o serie han terminado siendo objeto de estudio. Cada vez hay más gente interesada en conocer las verdaderas razones que escondía esta persecución. "Hay psicólogos que han dedicado muchísimos estudios al tema de la histeria colectiva durante las persecuciones contra brujas", continúa Ness Bosch. La caza no solo era cosa de mujeres. Algunos hombres también podían ser víctimas. "Acusaban a hombres porque a lo mejor eran de la misma familia. Ahí entraban muchos factores: envidias de otra gente, venganzas personales, temas económicos, el miedo a que una mujer pudiera ostentar algún tipo de poder o conocimiento... Castigan a la mujer que está viviendo su propia vida".

    "En nuestros corros puede haber uno o dos sacerdotes y ocho o diez sacerdotisas", confirma Luna. Que la brujería siempre ha estado íntimamente ligada a la figura de la mujer es algo que, para la suma sacerdotisa, viene desde hace 30.000 años durante el Paleolítico. "Ellas celebraban todos los ciclos femeninos. Celebraban a través de la luna la menstruación, la lactancia, el parto, la gestación, la muerte, la iniciación... Ellas celebraban todo eso y enseñaban a niños y niñas. Puede que eso haya hecho que las mujeres estuvieran más integradas en la brujería, en la religiosidad antigua".

    De nuevo, este aspecto podría ser otra similitud entre Las escalofriantes aventuras de Sabrina y la tradición real de la brujería. No hay duda de que el feminismo tiene mucho peso en la serie de Roberto Aguirre Sacasa. En lugar de hablar de sumas sacerdotisas y figuras legendarias como Lilith -considerada la primera esposa de Adán y, según la mitología hebrea, convertida en un demonio que robaba niños-, Sacasa ha utilizado sus armas para trasladar el empoderamiento femenino a las aulas del instituto y así poder llegar mejor al público. El ejemplo perfecto sería la historia de las Putman. Susie (Lachlan Watson), amiga de Sabrina, descubre que su antepasada, Dorothea (Anastasia Bandey), fue quien salvó a las Trece de Greendale y las trasladó de Escocia al pueblo en donde está ambientada la serie en un intento de evitar la caza de brujas. Sin embargo, pronto fueron perseguidas por los cazadores y ahorcadas en un árbol. Dorothea fue la única que permaneció a su lado, las descolgó y las enterró en su granja.

    Aprender a ser una bruja

    Sabrina, como el resto de las brujas de la ficción de Netflix, es un ser sobrenatural que ha nacido con el poder de la brujería. Pese a venir al mundo con ese don, las de su naturaleza también deben formarse y, para la protagonista, existe la Academia de Artes Oscuras, cuyo decano es el padre Blackwood. En la Wicca Celtíbera, la formación de una bruja empieza cuando te encuentras con un maestro o maestra que te transmite las enseñanzas de la tradición. Tras la Iniciación -tras un año y un día- "tienes que estar seis más para hacerte sacerdotisa y 20 años más para hacerte suma sacerdotisa", explica Luna. En esta confesión religiosa, todo se instruye verbalmente. "Mi maestro me transmite, a quien le transmite su maestro y yo a mis discípulos".

    Pero aprender a echar las cartas, conjurar hechizos o practicar la güija no significa que una persona sea una bruja. "La bruja ha de ser iniciada en el culto y han tenido que transmitirle los secretos orales". Luna pone el ejemplo de un médico. "El otorrino no puede serlo si no es médico, pero el médico sí puede ser otorrino. La bruja puede practicar todas las mancias que le den la gana, pero los que las practican no tiene por qué ser brujas". La transmisión, la tradición y la devoción son, para Luna, los principios que debe tener una bruja.

    Sin la devoción no puedes tener ni transmisión ni tradición. La tradición te llega y tú tienes que transmitirla para que no se rompa. El camino iniciático de la bruja es un camino de voluntad y autosacrificio

    En Las escalofriantes aventuras de Sabrina, la bruja nace; para Luna, la bruja se hace. "Naces con la vocación, pero luego te tienes que perfeccionar. Fíjate tú que muchas de nosotras, cuando éramos pequeñas, queríamos ser monjas porque teníamos esa vocación monacal", explica. "Esa vocación de: "Yo sé que hay algo dentro de mí que voy a encontrar en ese recogimiento, en ese autoconocimiento". Porque si encuentras a la diosa, ¿dónde la has encontrado primero? En ti". 

    Para Ness Bosch también es importante partir de una iniciación, pero hay quien nace con ventaja y quien tiene que trabajarlo más. "Eres bruja en el momento en que aceptas que tienes el poder de manipular lo que pasa a tu alrededor [..] Hay brujas que tienen algún tipo de don hereditario como la clarividencia o la habilidad de desplazarse entre realidades (lo que se conoce como "saltar el cerco"). Pero, aunque no seas una bruja o brujo de serie o por tradición familiar, puedes estudiar para serlo, pertenezcas o no a un 'coven' o congregación. Hay muchísimas brujas y brujos solitarios que estudian mucho y llegan a ser grandes brujos y brujas. Negar las prácticas solitarias o invalidarlas es un error. Está claro que no es lo mismo que pertenecer a una congregación y adquirir tu conocimiento de otros. Las iniciaciones tienen su cometido, pero yo he conocido brujas muy poderosas que nunca habían pisado un 'coven". 

    La chamana da algunas claves para aquellas personas que no se hayan iniciado a través de algún miembro de la familia o en un 'coven' u orden mágica. "Les diría que empezaran por herbolaria [recoger hierbas] y propiedades mágicas y curativas de las plantas. También un esencial son las mancias. Hay muchísimos métodos de adivinación que el hombre ha desarrollado a lo largo de la historia [...] Otro básico de la bruja es el trabajo en otros planos o con espíritus. Yo en mis años de juventud incluso estudiaba alquimia y seguro que hay muchas brujas que estudian Cábala, aunque yo personalmente nunca me he sentido atraída por ella. Filosofía, historia, teología, antropología son solo algunas de las cosas que podrías estudiar y, por supuesto, las brujas somos muy creativas también".

    Películas y series fieles a la brujería

    ¿Hay alguna serie o película que las brujas actuales crean que se acerca a su realidad? "No", responde Luna rotundamente. "No hay ninguna película en serio que muestre esa religión ancestral. Todavía no sé si alguien lo ha descubierto, de verdad". Aunque sí cree que Embrujadas, la ficción de la antigua cadena WB protagonizada por Holly Marie Combs, Alyssa Milano y Rose McGowan, puede tener algunos aspectos que sí se asemejan a lo que supone ser una bruja. "Era un poco la Wicca Inglesa", explica. "Está muy basada en el señor Gerald Gardner y sus seguidores". Gardner fue un antropólogo aficionado del que se afirma que inventó la palabra "Wicca". "Sabemos que esto no es así. Incluso que el señor Gardner nunca dijo eso. Él dijo que era un brujo y que un 'coven' le había iniciado". 

    Ness Bosch también tiene algunas dudas para elegir una película o serie que represente bien la brujería, pero finalmente se inclina por Prácticamente magia. "Presenta una cara de la magia un poquito más real. Hay gente que va por los cementerios levantando muertos. Eso ocurre y se practica, pero son otras ramas de la brujería. ¿Qué hacían estas chicas de la pelicula? Sabían de plantas. Una de ellas hasta pone una tienda para vender sus cosas hechas con hierbas. De las películas que he visto de brujería, quizás es la que más me ha gustado".

    Ni Luna ni Ness Bosch censuran Las escalofriantes aventuras de Sabrina -a pesar de que se haya enfocado en la rama de la brujería que peor prensa tiene-, pero ambas advierten que tenemos que tener en cuenta que todo lo que creemos saber sobre las brujas es un error. Sí, puedes disfrutar de los nuevos episodios de la serie, pero, una vez que salgan los títulos de crédito finales, piensa que más allá hay otras brujas que no van a matar a su hermana para enterrarla en el jardín ni que se levantan en mitad de la noche para derrotar a un demonio que amenaza con asesinarlas de la peor manera posible. Mejor quedarse en el desarrollo personal, estudiar sobre plantas y seguir tu voluntad y autosacrificio.

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