La semilla de la higuera sagrada
Críticas
4,5
Imprescindible
La semilla de la higuera sagrada

La rebelión de Mohammad Rasoulof

por Andrea Zamora

Decía Antón Chéjov que si pones un rifle cargado en el escenario hay que usarlo. Por "rifle" se entiende el arma, claro, pero también cualquier elemento de la narración, que debe ser siempre necesario e irremplazable. De esta idea del dramaturgo nació el término Pistola de Chéjov y su uso como principio dramático es incuestionable. En La semilla de la higuera sagrada, el "rifle" es un arma real. Por lo tanto, hay que dispararlo.

La semilla de la higuera sagrada es lo último del director Mohammad Rasoulof, que ha podido defender su nuevo proyecto tras escapar de su país en secreto después de ser condenado a ocho años de cárcel y flagelación por el contenido de sus películas. Este filme, al igual que sus trabajos anteriores, denuncia la situación política y social de Irán. Siguiendo con la frase de Chéjov, podría decirse que sus películas son también una suerte de arma.

La pistola mencionada antes no tarda en aparecer. La película comienza cuando se la entregan a Iman, un abogado que ha sido ascendido. Su salario ha aumentado y le han prometido una casa mejor para él y su familia, pero su nuevo trabajo consiste en aprobar penas de muerte y mantener el anonimato es esencial. El arma es su protección. Su esposa Najmeh y sus hijas Rezva y Sana también deben lidiar con las consecuencias del nuevo puesto de trabajo de su padre: nada de fotos en redes sociales ni amistades problemáticas.

La nueva posición de Iman coincide con el incremento de las protestas contra el gobierno tras la muerte de Mahsa Amini, una mujer arrestada en Teherán por negarse a usar el hijab. Fue detenida por la "policía de la moral" y golpeada violentamente, pero lo que informan en televisión, que falleció de un infarto, no coincide con lo que Rezva y Sana ven en redes sociales. La situación en las calles y las centenas de penas de muerte que Iman firma a diario aumentan su paranoia. Cuando el arma desaparece, la desconfianza y el caos afectan a la relación familiar.

La semilla de la higuera sagrada es un drama social que se transforma en un gran 'thriller'. Rasoulof hace comprensible la experiencia ajena condensando el problema de todo un país en un único núcleo familiar. A través de personajes bien elegidos y retratados, el cineasta muestra las diferentes reacciones y situaciones de la sociedad iraní: por un lado, los jóvenes y su espíritu de rebeldía frente a la opresión; por otro, los adultos más influenciados por la tradición. También contribuyen las imágenes reales de las protestas en Irán, que refuerzan el contexto de la historia.

El arma de La semilla de la higuera sagrada, de manera orgánica y casi inesperada, se convierte progresivamente en protagonista de la historia. Lo que parece un simple accesorio al principio del relato se transforma en una bomba de relojería. Es un indicador de la tensión y las fricciones entre los personajes. Es necesaria e irremplazable. Así que, siguiendo la enseñanza de Chéjov, se dispara. Con esa bala, Rasoulof no solo cumple lo anticipado en la película, sino que también realiza una declaración política para su país.

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