Conversaciones con Mamá

La madre de Jaime tiene ochenta y dos años y él, ronda los cincuenta. Los dos viven de forma completamente diferente, en universos paralelos. Mientras Jaime tiene una gran familia, una casa bonita, varios coches y una suegra que reclama atenciones; Mamá vive sola en su apartamento disfrutando de la tranquilidad que le otorga la vejez. Cuando Jaime es despedido de la empresa para la que trabaja por un ajuste de personal, su vida se desmorona. Durante mucho tiempo había vivido a un nivel adquisitivo que ya no se puede permitir, debe bajar del tren de vida que llevaba. La terrible situación económica en la que se ve envuelto lleva a Jaime a tomar medidas drásticas: anunciar a su madre la venta del apartamento. Sin embargo, la vida de su progenitora no es tan tranquila como él se había imaginado. Su madre, tiene novio y nada ni nadie se interpondrá en su relación.