El último asalto

Todo promete cuando 'El último asalto' se abre con un combate de boxeo. Incluso, cuando vemos que el protagonista del relato no está en el ring sino abajo, a pie de lona, con bolígrafo y libreta en mano. Es un joven periodista que intenta encontrar una historia sin mucho éxito. Sin embargo, las promesas no aguantan mucho y, pronto, lo que parecía una película en torno al deporte que más honores le ha dado al cine se convierte en un drama al uso. La historia se agarra al clásico esquema de auge y caída: en este caso, del periodista, que logra convertirse en una estrella tras publicar un artículo sobre un viejo boxeador que vive en la calle. No hay rastro de tensión, ni de combates dialécticos; tan sólo diálogos anodinos rodados por sistema con planos contra planos. Ni siquiera el giro principal del relato –que el campeón no es quien dice ser y que la historia del periodista es falsa– logr...