Crítica de SensaCine.com para Líbero: Los padres no siempre aciertan: Los años más difíciles de nuestra vida

Si hay voces que se quejan por la innegable sobreabundancia de películas de superhéroes entre la cosecha anual del cine comercial y la industria del blockbuster, justo sería decir lo mismo de las numerosas películas del cine de autor internacional que hacen de la infancia de su protagonista el núcleo (y, muchas veces, única razón) de sus propuestas. Especialmente si se trata de penurias que 'adelantan su madurez' o proceden de familias rotas. Culpemos a Truffaut, el pobre. Aunque 'Libero: los padres no siempre aciertan' —un proyecto personal que el actor Kim Rossi Stuart ('Las llaves de casa') dirige, escribe y protagoniza— empieza integrada dentro de dicha tendencia, a lo largo de su desarrollo aporta pequeños (efímeros y nunca suficientes) puntos de fuga respecto a la fórmula.

El tema principal es Tommaso, un niño de 11 años que vive con su hermana mayor y su padre (el propio Rossi Stuart) después de que la madre (Barbora Bobulová) los haya abandonado en varias ocasiones. Al inicio de la película, ella vuelve una vez más, diciendo que es definitiva. Así, la rutina 400golpista de Tommi se ve salpicada por secuencias en las que la madre lucha por amoldarse a una rutina familiar que ya está construida tomando su ausencia como base. Ése y no otro es el drama más interesante del filme, pero queda relegado al segundo plano y finalmente, es abandonado en favor de un desarrollo más tópico y previsible.

A favor: La naturalidad de Alessandro Morace como protagonista.

En contra: El propio director y guionista, Kim Rossi Stuart, está verdaderamente sobreactuado.