Esta es la historia de chico conoce chica pero ésta no es una historia de amor. Así comienza este nuevo concepto de comedia romántica en la que nada resulta ser como parece. Un chico se enamora de una chica que no cree en el amor. No puede resultar más tópico el argumento. Sin embargo, en 500 días juntos se da un giro innovador a este tipo de relatos. Contada con la analogía de las cuatro estaciones, está construida con una estructura de lo más original: 500 días que se van contando y descontando a lo largo de la película, pasando por momentos felices e inmediatamente a momentos depresivos, sin seguir un orden lógico pero sí una armonía sentimental, contada como si las piezas del puzzle fueran encajando poco a poco.
Un año y medio dura este caótico romance. Real como la vida misma, sin demasiado despliegue económico pero con dos actores de tirón que defienden muy bien sus respectivos papeles, además de los personajes típicos, los siempre atentos amigos del chico, que están ahí para liarle más la cabeza y que no dejan de aconsejarle que se olvide de la chica. Pero ya se sabe como son estos chicos enamorados en las películas: es la mujer de mi vida, no conoceré a otra igual .. y así va cayendo en un pozo cada vez más profundo, del que curiosamente va saliendo por los consejos de una niña de unos 9 años que le habla como si fuera una gran experta en estos temas.
Y es que en los temas del amor, nunca se sabe. Un día lo ves todo negro y al día siguiente el destino te tiene preparada alguna que otra sorpresa. Esta película es tanto para los que creen como para los que no confían en la existencia de ese idílico amor. Cada uno tiene su parte en esta historia, aunque al final puede que no sea todo un Sí o un No, sino saber dónde mirar y aprovechar las oportunidades que se te presentan, porque ¿qué pasa si no vuelven a repetirse?