Crítica de SensaCine.com para Tenías que ser tú: Sucedió un fin de semana en Irlanda

Desde que John Wayne volvió a Irlanda buscando sus raíces en 'El hombre tranquilo' de John Ford, el cine ha cultivado todo un imaginario ligado a la isla esmeralda, con sus tradiciones ancestrales, sus cantes y bailes, sus habitantes amantes del alcohol y el humor socarrón... En los últimos años el costumbrismo irlandés en las películas había caído en desuso a favor de una necesaria actualización de temas y escenarios. 'Tenías que ser tú' lo reanima (o más bien lo zombifica) como escenario de una comedia romántica entre una estadounidense que viaja a la isla para declararse a su novio y un chico local que conoce cuando acaba perdida en un pueblo de la Irlanda profunda.

Así, esa Irlanda costumbrista y de postal tan del gusto de los norteamericanos se convierte en el paisaje de fondo de una improbable screwball comedy (que por momentos cita 'Sucedió una noche') en ella: la estirada norteamericana choca continuamente con el rudo, aunque atractivo irlandés. Pero las tribulaciones que viven juntos acaban, cómo no, acercándolos. 'Tenías que ser tú' resulta todo lo previsible que se espera de una comedia romántica y más, sin resultar ni particularmente alocada, ni especialmente cursi, ni edulcoradamente romántica.

A favor: Matthew Goode, más guapo y menos histriónico que Hugh Grant.

En contra: La inconsistencia que aqueja a toda la película.