La última secta

Que nadie espere un homenaje al cine de Jess Franco en esta producción de terror carne de vídeo-club en que una secta de vampiresas lesbianas utilizan la tapadera de un servicio de citas on-line para atraer a sus víctimas masculinas. La sinopsis sugiere mucho más de lo que la película acaba ofreciendo. La atracción que se genera entre una periodista que investiga la web y la bella gestora de la misma, la matriarca de las chupasangres, da para algunos apuntes de erotismo que no llegan muy lejos, como también les quedan grandes los adjetivos gore o sadomasoquista a las escenas en que las mujeres vampiro se montan un festín con algún atractivo hombre encadenado. Para que el film entronque con la tradición vampírica, toda esta trama de un erotismo tan sofisticado como descafeinado se ve interrumpida continuamente por las digresiones sobre el tema de un descendiente de Van Helsing (sic) al q