Manina, fille sans voile

Gérard Morère (Jean-François Calvé) es un joven estudiante que un día acude a una conferencia en la que hablan sobre los restos del naufragio de un barco fenicio hundido cerca de la isla de Levezzi. Consciente de que aún puede albergar más tesoros, convence a sus amigos para invertir en una misión para ir a buscarlo.

Gérard marcha con su grupo a Tánger, donde convence a Erick, un contrabandista de cigarrillos para que les lleve hasta la isla. Allí se encontraran con Manina (Brigitte Bardot), la hija del farero de dieciocho años, que descansa desnuda en las rocas. El grupo se impacienta con Gérard, más pendiente de la hermosa Manina que de encontrar el esperado tesoro.