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    El último desafío
    Críticas
    4,0
    Muy buena
    El último desafío

    Mercenario coreano con América profunda de fondo

    por Violeta Kovacsics

    La excentricidad de un pueblo norteamericano situado al lado de la frontera con México da paso a la nocturnidad de Las Vegas. 'El último desafío' comienza con algo de desconcierto: Kim Ji-woon describe con sorna el día a día del lugar. Las maneras de Kim Ji-woon en este arranque pueden parecer planas, pero esta introducción se rompe definitivamente cuando la película se traslada momentáneamente a Las Vegas. La gran ciudad da paso a la nocturnidad, la acción, la velocidad y la preponderancia de la estética. El uniforme naranja de un preso que está siendo trasladado contrasta con la oscuridad de la noche. Un coche ultraveloz apaga las luces para pasar escapar del foco de un helicóptero. Los bandidos se ocultan de la policía escondiéndose en la oscuridad.

    Si nos centramos en el tratamiento de la violencia, la diferencia principal entre 'El último desafío' y 'Encontré al diablo (I Saw the Devil)', la anterior película de Kim Ji-woon, radica en el tono. En 'Encontré al diablo (I Saw the Devil)' la violencia deja un poco trágico e imperan la brutalidad y los golpes en primer plano. En 'El último desafío' la confrontación se sucede pistola en mano o, mejor dicho, de la mano de un arsenal. Kim Ji-won filtra, a través de un filme de acción contundente, un discurso mordaz en torno al gusto estadounidense por las armas. Los personajes excéntricos –un hombre que guarda un arsenal en casa o una anciana que asesina a uno de los bandidos– se combinan con una puesta en escena que trabaja la acción con precisión. Si el poso mira eminentemente hacia los Estados Unidos –desde la perspectiva de un extranjero, cierto–, el empaque es principalmente oriental. Esta dicotomía se plasma en la propia estructura de la película: desde la nocturnidad de Las Vegas a la cotidianidad extraña de un pueblo fronterizo. El cierre no resulta para nada extraño si tenemos en cuenta a la filmografía del director. El héroe y el villano se plantan uno frente al otro en medio de un puente, con el paisaje de un desierto árido a sus espaldas. La escena parece salir de un western (cabe recordar que Kim Ji-woon es también responsable de 'El bueno, el malo y el raro (The Good, the Bad, the Weirdest)', los personajes se separan del fondo y el paisaje parece estar creado mediante un chroma.

    A favor: La acción. El humor.

    En contra: El desconcierto inicial.

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