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    Tres veces 20 años
    Críticas
    2,0
    Pasable
    Tres veces 20 años

    Sesentaytantos

    por Eulàlia Iglesias

    "La sociedad no ofrece modelos en que una mujer entre sesenta y ochenta años pueda reconocerse", protesta una de las amigas del personaje de Mary (Isabella Rossellini) en 'Tres veces 20 años' durante una reunión de las Panteras Grises, un grupo de militancia a favor de la tercera edad. Y eso precisamente es lo que le sucede a la protagonista de esta comedia romántica crepuscular. En torno a la sesentena, Mary se siente perdida cuando empieza a notar los achaques propios de su condición hasta que decide tomar riendas en el asunto. Mientras que su marido, el arquitecto estrella Adam (William Hurt), opta por justo lo contrario, ignorar su edad biológica para sentirse rejuvenecer junto a un nuevo equipo de jóvenes profesionales.

    Si el director de origen griego Costa-Gavras se destacó por un cine de denuncia política, su hija Julie Gavras se ha decantado por la corriente más tibia de la comedia con comentario social, además de situarse en las antípodas formales del otro realizador de la familia, su hermano Romain Gavras, firmante de contundentes videoclips para M.I.A. o Justice.

    'Tres veces 20 años' aborda un tema difícil, el envejecer, desde su supuesto más fácil. Efectivamente, la pareja protagonista del film tiene que afrontar toda la serie de inconvenientes que supone hacerse mayor: pérdida de memoria, estancamiento profesional, dejar de sentirse deseada, conocer la soledad... Pero estos problemas parecen minucias cuando afectan a una pareja guapa, rica y famosa, cuya principal discusión se centra en si deben adaptar el cuarto de baño a su reducida movilidad. Aunque el film cuenta con alguna observación aguda sobre la tercera edad (sobre todo cuando entra en escena la ex chica Bond Joanna Lumley), lo que podría haber sido una oportuna reivindicación de uno de los grupos sociales más marginados en la pantalla acaba diluido en el engranaje edulcorado de una comedia romántica en el climaterio. Al final todo se reduce a que tu maridito te haga un poco más de caso... Y es que para la película, la crisis de los sesenta es la nueva crisis de los cuarenta. Como cantaría Joan Manuel Serrat, "fa quaranta anys que tinc vint anys".

    A favor: La militancia de las Panteras Grises, Isabella Rossellini y William Hurt.

    En contra: El tufo conservador que desprende la película.

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