Henry Spencer, un hombre depresivo y asustadizo, sufre de unas extrañas pesadillas de las que desde pequeño intenta librarse a través de su imaginación.
Un día su amiga Mary lo invita a cenar a su casa, y ahí descubre que ha sido padre de un bebé prematuro y no humano. Los dos se instalan en casa de Henry donde empiezan a presenciar anomalías.
Lynch fue productor, guionista, director, decorador, montador y encargado de los efectos especiales. La fotografía viene de la mano de Frederick Elmes.
Sublime film surgido del subconsciente o de las obsesiones de un autor fascinado por la deformación de la realidad.
Retrata nuestros miedos más hondos y humanos con medios exclusivamente cinematográficos. Bucea dentro del subconsciente oscuro, sin ataduras ni moralidad, si te tropiezas te levantas y sigues, el cine sigue. Es una propuesta genuina y excepcional, donde entrevé pálidas luces en lo obscuro.
Kafka es de los escritores que mejor retrata los sentimientos de horror de la segunda guerra mundial. En sus cartas y diarios, muestra preocupación obsesiva por sus compromisos conyugales.
Observa con asombro e ironía como el hombre puede sumergirse en la paternidad con tanta facilidad y espontaneidad.
Kafka enfatiza en la incomodidad del acto sexual, nos hace percibir lo físico del sufrimiento, como una imposibilidad a la hora de tratar de eliminar los focos de dolor del cuerpo. (esa manzana incrustada en la cucaracha en 'La Metamorfosis'.
Lynch trata de salvaje la corporeidad. Su espeleología de la mente avanza en línea recta, con vueltas y revueltas pero siempre implacable hacia lo profundo.
En Kafka la ficción desasosiega, en Lynch; pavorosa.
Ambos atisban esa angustia claustrofobica del cosmos, como una encerrona sin destino, como los últimos lienzos de Turner, donde sospechamos que al otro lado de la tela, está el vacío.
Como he dicho retrata el pánico del varón ante la vida conyugal, ante la inminente e irreversible paternidad. Ante la claustrofobia que deviene de lo cotidiano, donde la corporal se vuelve náusea y lo sexual en miedo.
Lynch te suelta en ese yermo de cemento, en una luna enferma, y a soñar en un escenario gris. Freud quiso cartografiar el orbe de lo onírico, era un hombre de ciencia. Lynch sin embargo elude lo lineal y se mete a fondo.
Desde su interior retrata un mundo personal. Los personajes; aterradores o inquietantes. El bebé es pesadillesco, fruto del error. Es indeseable y como todos, ha llegado por desgracia. Y al igual que su padre, no sabrá vivir y no podrá, pero tampoco querrá irse de este mundo.
Fuerte aversión a las funciones corporales tan básicas como nutrirse o reproducirse. Lo vemos en la cena, donde se sirve un pollo grotesco, aún brinca y sangrando a borbotones.
Las potentes invenciones visuales atrapan al espectador y suscitan inquietud, fascinación, miedo, asco... Tiene narración, pero cualquier esquema argumental abarcaría solo un mínimo de todo lo puesto en escena. Incluye influencias de Cocteau y ricas alusiones culturales plasmadas de forma satírica.
Es la primera obra de Lynch, su más personal y cruda. Una obra maestra del surrealismo. Erasedhead es Lynch, el temible Minotauro, y la goma de borrar la espada de Teseo.
Obra maestra, te adoro David Lynch, vaya genial loco que es el cabron.