Al parecer, el ladrón de guante blanco e ilusionista Sir Charles Litton, apodado como El Fantasma, ha vuelto a las andadas y el inspector Clouseau debe intervenir para recuperar el diamante Pantera Rosa, que ha vuelto a ser sustraido. Su siempre dolorido superior, el inspector Dreyfuss, encomienda a Clouseau la misión de viajar a la pequeña villa vacacional de Gstaad, en Suiza, donde el detective adoptará una serie de ridículas y poco efectivas identidades secretas ayudado por su colección de disfraces con el fin de acercarse a Litton y a su mujer Claudine. Como ya había ocurrido en otra ocasión, la colección de ineptitudes de Clouseau ponen de los nervios a Dreyfuss, que se tambalea al borde de la locura, y acabará adquiriendo instintos homicidas orientados a deshacerse del patoso detective de una vez por todas.