Los santos inocentes

Paco (Alfredo Landa) y Régula (Terele Pávez) son una pareja de campesinos españoles. Durante toda su vida han trabajado duramente, subordinados a la clase dirigente que posee la tierra, domina los recursos naturales y mandan sobre ellos. Acostumbrados a obedecer sin rechistar, ya ni siquiera se plantean su forma de vida y aceptan las constantes humillaciones.

Un día aparece en sus vidas Azarías (Paco Rabal), el hermano de Régula, que sufre una deficiencia mental. Tras ser despedido del cortijo donde trabajaba, Azarías no tiene donde vivir o en que trabajar, y tiene la esperanza de que Régula lo acoja. De esta forma comienza a trabajar con ellos. Juntos tendrán que enfrentarse a las penurias propias de la época, la crueldad de lo patrones y el futuro violento que cada vez se acerca más.