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    Extinction
    Críticas
    4,0
    Muy buena
    Extinction

    …Y de repente la oscuridad

    por Suso Aira

    En la novela (Y pese a todo…), escrita por el especialista en el género terrorífico y fantástico, Juan de Dios Garduño, que en su paso a la gran pantalla se ha acabado titulando Extinction tras rodarse bajo el nombre de Welcome to Harmony, los sucesos tienen lugar en la norteamericana ciudad de Bangor, en Maine. Localización emblemáticamente unida al mapa literario (y cinematográfico) de Stephen King, Miguel Ángel Vivas (junto a Alberto Marini en la adaptación y escritura del guión) ha decidido prescindir de ese guiño. No lo hace sólo para hacer más universal el relato posapocalíptico que nos narra, sino para precisamente alejarse de la influencia del autor de El misterio de Salem’s Lot.

    Naturalmente que Extinction es un film de terror, y un excelente film de terror con algunas secuencias realmente de las de ponerte los pelos de punta en donde Miguel Ángel Vivas demuestra de nuevo su capacidad para el virtuosismo estilísticamente hablando. Pero es algo más que un paseo por el género seudozombi o el de criaturas infectadas de look vampírico-Nosferatu. Es, como era Secuestrados, el anterior (y radicalmente violento) magnífico trabajo de Vivas, un estudio sobre el hombre como náufrago en una jungla deshumanizada, como presa de depredadores. Un nihilismo que planea mucho sobre los majestuosos parajes nevados de Extinction, pero que se ve tamizado y suavizado por un positivismo en forma de esquivada buddy movie más próxima a films sobre enemigos aislados (el Infierno en el Pacífico de John Boorman que el mismo Miguel Ángel Vivas cita como principal referente) que a otros de mayor convencionalismo. Es esa idea del fin del mundo y del aislamiento, la desconfianza y la obligada colaboración de cara a la supervivencia, la que saca lo mejor del director. Un director que no deja pasar la oportunidad de exquisita cinefilia de, estando en un set (espectacular) nevado, homenajear a La cosa de John Carpenter. Un director, aquí a la altura técnica y creativa de cualquiera de/en Hollywood, que pese a su intención de alejarse de Stephen King acaba recordando a uno que Frank Darabont mejoró cuando lo llevó a la pantalla: La niebla.

    A favor: la lección de cine que da Miguel Ángel Vivas.

    En contra: se perciben algunos problemas/choques en el montaje.

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