Vigilar y castigar
por Paula Arantzazu RuizSegún la poética aristotélica, la comedia se diferencia de la tragedia porque si en esa se imitan los azares de las personas nobles, en la primera categoría los protagonistas son "peores que los reales", es decir, personas vulgares. Ese tipo de personajes abundan en Tip Top, la nueva cinta del francés Serge Bozon (la primera que llega a nuestras pantallas) si nos atenemos a los prejuicios de las apariencias sociales -dos mujeres policías de reputación dudosa, un grupo de franco-árabes y una serie de agentes del orden deslenguados y patosos-, mientras que la puesta en escena del trabajo tiene más de serie B y de coproducción a la baja de la que estamos habituados en una cinta que suele competir en Cannes. En efecto, la de Bozon concursó en la Quincena de los Realizadores de la pasada edición y pese a todos esos elementos considerados vulgares, se encuentra al mismo nivel que la nueva película de los hermanos Dardenne a la hora de diseccionar la Europa actual.
Bozon ha pensado mucho más de lo que parece su largometraje -para quien se aventure a descubrir más al respecto le remito a una entrevista con el cineasta en la revista Film Comment del pasado marzo-, y en ésta también hay mucho más de lo que parece: sátira provinciana, delirio 'slapstick', polar barato, reivindicación poscolonial y feminista y 'buddy movie' cacofónica, Tip Top encuentra en su polifacética naturaleza sus virtudes pero también algunos defectos. Bozon ha adaptado la novela del británico Bill James y la ha trasladado a la Francia provinciana para evaluar las relaciones de poder entre instituciones (policía) y cuerpos sociales bajo sospecha (la "inmigración" argelina) a través, eso sí, de la risa y el absurdo, como si de un Foucault descerebrado se tratara. Con ello logra momentos inspiradísimos, sobre todo los protagonizados por una Isabelle Huppert aficionada al sadomasoquismo - de nuevo demostrando la actriz tan genialmente versátil que es-, pero también unas cuantas extrañas síncopas y arritmias narrativas. Con todo, si algo consigue Bozon con este carnaval deliberadamente grotesco es erigirse como una rara avis en el escenario cinematográfico europeo de hoy día: aquellos que hayan contado los más de seis años de espera tras La France (2007) disfrutarán de su vuelta al ruedo.
A favor: La hilarante dupla Sandrine Kiberlain- Isabelle Huppert y el 'touch' con la banda sonora de Bozon (atención al hit Ve Ölüm , del grupo de Anatolia Psych Üç Hürel).
En contra: En la trama hay unos cuantos callejones sin salida.