Casi dos años ha tardado en llegar a nuestras pantallas el biopic de uno de los actores más populares, paradójicamente, en nuestras salas y televisiones durante el siglo pasado: Cantinflas, interpretado por Mario Moreno, es uno de los personajes que ha ocupado la memoria cinéfila de varias generaciones gracias a su verborrea irreverente y enternecedora, igual de transgresora como querida por el gran público, que veía en sus andares el calco de los gestos de las clases populares. Pero Mario Moreno es mucho más que Cantinflas y así nos lo intenta descubrir Sebastián del Amo en el biopic que dirige, con menos éxito, sin embargo, del pretendido.
Cantinflas sigue dos líneas narrativas, la del presente y la del pasado, la de Mike Todd (Michael Imperioli), productor que intenta sacar adelante el descabellado proyecto de La vuelta al mundo en 80 días (Michael Anderson, 1956) y la de Mario Moren
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