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    Un día perfecto
    Críticas
    3,0
    Entretenida
    Un día perfecto

    Cinco contra el absurdo de la guerra

    por Paula Arantzazu Ruiz

    En la tradición de comedias antibelicistas como Trampa 22 (Mike Nichols, 1970) o M.A.S.H. (Robert Altman, 1972), Fernando León de Aranoa ha intentado acercarse en Un día perfecto al sinsentido de la guerra tomando como protagonistas a un equipo de cooperantes internacionales liderados por Mambrú, un Benicio del Toro más sosegado que de costumbre, jefe de seguridad de esta suerte de club de los cinco que lucha contra las desgracias cotidianas de quienes han sobrevivido a las bombas, las matanzas indiscriminadas y al odio. En vez del Vietnam de los convulsos setenta, nos encontramos en los Balcanes a mediados de la década de los noventa. El escenario casi da lo mismo, porque la violencia es el denominador común de toda contienda.

    El tono con el que Aranoa nos explica los periplos de este pequeño grupo de altruistas cooperantes para tratar de sacar un cadáver del único pozo de agua de la zona donde operan es también algo más contenido que en anteriores trabajos como Princesas (2005) o Los lunes al sol (2002), aunque su mirada sobre lo real todavía va en busca del sobresalto y del impacto. El trabajo de guión (sobre todo los diálogos) se ha afinado y ha ganado enteros gracias a un elenco bien escogido, notable incluso en los momentos de exabruptos (el personaje de Tim Robbins quizá sea el más exagerado, pero a la postre también es el más divertido), pero Un día perfecto no consigue evitar ciertas trampas que reducen la pluralidad de puntos de vista sobre el desagradable estado de guerra (cada uno de los cinco protagonistas encarna distintas sensibilidades, experiencias, posiciones y reflexiones acerca de qué hacer y cómo responder a la situación de emergencia bélica) a una mirada más ligera de lo que deseable. El humor del que trata de hacer gala la película no es una de esas trampas, todo lo contrario, casi se hubiera preferido algo más de riesgo. Lo que provoca la lejanía en Un día perfecto es más que nada una banda sonora que rompe el silencio necesario en según que secuencias e incluso irrumpe como un enemigo en esa tierra de nadie.

    A favor: La buena sintonía de su elenco.

    En contra: Su banda sonora

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