Debido a la popularidad de las adaptaciones en acción viva de los clásicos de Disney, no faltaba mucho para que The Lion King tuviera una versión donde los eventos de la película original serían narrados por animales reales. O al menos eso era lo que se esperaba debido al fácil uso del CGI. Esta versión de The Lion King puede no ser quizás algo que aquellos que crecieron con la versión animada puedan llegar a preciar del todo, pero en realidad es una película bastante buena que muestra una perspectiva distinta a pesar de contar la misma historia. Jon Favreau le agrego su estilo y visión tal como hizo con The Jungle Book, ya que ambas películas tienen un cierto parecido. El único pecado que tiene esta película es no ser visualmente artística como la película animada, pero hay una explicación lógica. Una película animada y una película en acción viva tienen lenguajes muy diferentes. Una película animada es una obra artística que usa la animación para ofrecer una experiencia visual que vuelve la trama más estimulante. Una película en acción viva recurre a objetos o seres reales para construir el mundo en el que quiere contar la historia. Si quiere darle un enfoque artístico, debe recurrir a la fotografía, el diseño de producción o la iluminación para dar un lenguaje artístico. La animación no le pone límites a la imaginación porque no tiene objetos tangibles y con la acción viva es todo lo contrario. Esta es la razón por la que muchas acciones vivas de producciones animadas pueden verse distintas por estar ambientadas en el mundo real donde rige la lógica. Siendo realistas y conociendo el territorio en el que transcurre la historia, la Sabana no es un lugar colorido en el mundo real. En ese aspecto se entiende por qué esta película no es colorida y por qué los animales no tienen ciertas expresiones como en la película animada. Quisieron hacer que los animales se vieran lo más reales posible y es sabido que en el mundo real los animales no tienen expresiones fáciles. Las emociones solo se pueden identificar por el tono de voz de los personajes. Gran parte de la película entera está hecha con CGI y algunos escenarios son reales, pero, aun así, los efectos digitales son algo que se recurre bastante, ya que el uso de animales reales quedo en el pasado. Pudo haber sido interesante que usaran animales reales, pero es sabido que trabajar con animales reales requiere mucho trabajo y llega a ser riesgoso. Usar animales hechos con CGI es mucho más efectivo y por eso Hollywood opto por dejar de usar animales reales que requieran demasiado trabajo. Aun así, el CGI logra darle vida a los animales de una manera aceptable y pudieron capturar el realismo con bastante precisión. La película puede sentirse como un documental de National Geographic, pero hasta los mismos realizadores de la versión animada querían que la película animada tuviera esa misma sensación como paso con Bambi. Así que en esta película eso se aplica muy bien. Algo que supieron mejorar bastante de la película original es la trama. Se siente como un drama de aventura y no como una película infantil a pesar de tener algunos chistes. Existe una cierta profundidad, mantuvieron el mensaje esencial de la película original, la historia es más extensa y hasta la película llega a tener un tono más maduro. La comedia no tiene tanta prioridad y la película se enfoca en ser más dramática. Tanto la trama como los personajes tienen bastante desarrollo y trasfondo. Hay momentos que están muy bien conseguidos. El cementerio de elefantes y la guarida de las hienas son más lúgubres. La muerte de Mufasa es más cruda que en la versión animada. Se aprecia más la devastación que provoca Scar en el reino. La batalla final es más épica. En esos aspectos, el guion de esta película llega a ser una muy buena actualización y supera el guion de la película animada. A pesar de algunos cambios, se conservaron la personalidad de algunos personajes y otros fueron mejorados. James Earl Jones vuelve a ser la voz de Mufasa por última vez y aún mantiene esa omnipotencia del personaje. Simba tiene un aire distinto, pero aún sigue siendo el mismo. Scar no es elegante como la versión animada, pero luce mucho más aterrador. Tiene el mismo ingenio de su contraparte animada y una malicia mucho más visible. Lo interesante es que dieron una pista sobre su relación con Sarabi y eso aporta bastante para justificar su deseo por tomar el lugar de Mufasa. Sarabi tiene más participación y relevancia que en la película animada. Nala tiene una actitud mucho más fuerte y firme. Esta versión es una buena actualización y fue una buena decisión que Beyonce interpretara su voz. Timon y Pumba aún sigue siendo los alivios cómicos y respetan a sus contrapartes. Timon es más engreído y se cree más astuto al hacer que Pumba cargue con sus errores. Aquí son más una pareja dispareja, pero con el mismo humor de sus contrapartes. Rafiki es mucho más enigmático y se nota más que es un chamán. En la versión animada era más bien un sabio con frases existencialistas sin dejar ver mucho su lado de chamán. Pero en esta versión tiene todo eso haciendo que se sienta más completo. Zazu también actúa como alivio cómico, pero es más ingenuo que su versión animada. Las hienas también fueron mejoradas. Shenzi no es carismática, pero es más fría y se toma todo muy en serio. Banzai también tiene una personalidad más seria, pero con un poco del humor de su versión animada. Ed tiene diálogos y eso fue una mejora para relucir más su torpeza. Aún sigue teniendo la personalidad de su versión animada. La banda sonora fue reciclada de la versión animada, pero sigue siendo asombrosa. La mayoría de las canciones no pierden su esencia y hay algunas que fueron mejoradas. La nueva versión de "I Just Can't Wait To Be King" es sin duda mejor que su versión original. "Be Prepared" es más sombría que la original, pero es una lástima que la hicieron demasiado corta. La canción "Spirit" durante el regreso de Simba y Nala a las Pride Lands brinda un espectacular momento épico. "Can You Feel The Love Tonight" sigue estando igual de bien que la original y la única mejora fue que le rebajaran el tono humorístico en las letras de Timon y Pumba. En este número nada más hubo el error de que transcurra de día, pero no iba a quedar muy bien de noche. Lo cierto es que la película está bastante en muchos aspectos. Tiene un par de errores que pueden pasar desapercibidos si no se presta mucha atención, pero no afectan para nada la experiencia. En conclusión, The Lion King (2019) es una película muy bien lograda que, aunque no tenga el encanto visual de la versión animada, es un muy buen drama animal que mejora la trama de su predecesora, pasándola de ser una historia infantil a un drama mucho más profundo. Mi calificación final para esta película es un 9/10.