Sarah es una joven con una vida caótica y llena de altibajos. Lo último que necesita es una nueva responsabilidad, pero sus planes cambian de golpe cuando descubre que su abuela le ha dejado en herencia a Patrick, un carlino caprichoso y muy consentido.
Aunque al principio cuidar de él se convierte en un reto muy cansado, poco a poco la convivencia con el perro transformará su día a día. Patrick no solo desordena aún más su vida, también le enseña lecciones sobre el cariño, la paciencia y la importancia de encontrar compañía en los momentos más difíciles.