Chris Cringle (Mel Gibson) no tiene una vida para nada sencilla, es un Papá Noel un tanto alborotador, poco común y un tanto borracho. Él, junto a sus pequeños ayudantes, intenta que su negocio navideño siga, cueste lo que cueste, a flote, por ello, incluso, ha llegado a trabajar para el ejército de Estados Unidos. En Navidad, le llega un problema mucho mayor, le ha puesto sin querer un trozo de carbón a Billy (Chance Hurstfield), un niño completamente mimado de doce años, este chaval contratará a un asesino en serie, Flaco (Walton Goggins), para acabar con Papá Noel.