Mortel transfert

Jean-Hugues Anglade da vida en esta película a Michel Durand, un psicoterapeuta que se caracteriza por no prestar demasiada atención a sus pacientes e incluso por caer totalmente rendido en su silla mientras escucha los relatos que le cuentan dichos individuos. Una de las personas que acude a su consulta con mayor frecuencia es Olga Kubler, un personaje interpretado por Hélène de Fougerolles que se dedica a contarle al especialista la forma en la que su marido le pega mientras hacen el amor y lo que siente mientras es atizada.

De repente, Michel se despierta y se percata de que la mujer no respira y tiene claros síntomas de haber sufrido un estrangulamiento. Entonces una serie de interrogantes empiezan a asolar el pensamiento del protagonista: ¿Qué ha ocurrido en realidad? ¿Quién será el responsable del asesinato de la señora Kubler? ¿Habrá sido una cuestión de venganza debido a los negocios fraudulentos llevados a cabo por su esposo? ¿Cuál es el motivo por el que el psicoanalista siente un fuerte pinchazo en sus brazos?

Todas y cada una de esas preguntas provocan que Durand se plantee la posibilidad de que él haya acabado con la vida de Olga en un ataque de sonambulismo. En cualquier caso, el especialista médico deberá buscar una solución lo antes posible porque la policía está cada vez más cerca de averiguar el quid de la cuestión, junto con el nerviosismo y la intranquilidad que siente Max Hubler, encarnado por Yves Rénier, por hallar la verdadera explicación al repentino fallecimiento de su amada.