Robert De Niro vale por dos
por Sara HerediaEn Alto Knights, Robert De Niro interpreta a un jefe de la mafia cuyo poder se ve amenazado por la llegada de un viejo amigo. En el guion encontramos a Nicholas Pileggi, el mismo que estuvo a cargo del guion de Uno de los nuestros. Podría haber sido una película de gánsteres con una producción perfecta y, quién sabe, una nueva aportación a un género tan olvidado en estos días, pero es un grano de arena más en una playa ya atiborrada de títulos similares.
No podemos engañar. Alto Knights se parece a muchas de las películas sobre mafia que ya has visto. Repite los mismos ingredientes y la misma fórmula. Esa sensación de 'déjà vu' no te abandona en ningún momento. Se ha dicho que el guion parece una colección de anécdotas sobre mafiosos y, en cierto modo es así, si esas anécdotas están llenas de clichés y con poca conexión las unas con las otras. En su conjunto, es una producción que huele a otra época y desentona un poco con la cartelera actual.
Si miramos la historia de su producción quizás entendamos un poco por qué todo parece tan antiguo. Resulta que lleva en desarrollo desde la década de los 70 sin que ningún estudio se pusiera en serio a trabajar en ella. Por fin en mayo de 2022 recibió luz verde y un equipo de edad considerablemente avanzada se hizo cargo: el director, Barry Levinson, tiene 82 años; el productor, Irwin Winkler, 93; el guionista, Nicholas Pileggi, 92; y el protagonista (doble) es Robert De Niro, de 81 años.
Lo único que hace que Alto Knights sea memorable es la actuación de Robert De Niro que, con una tremenda veteranía en este género, se atreve a interpretar a los dos protagonistas enfrentados. Interpreta a Frank Costello, el jefe de la mafia más diplomático y pegado a la política, y Vito Genovese, cuyo modus operandi es más salvaje. Para el primero han optado por un De Niro más reconocible, solo maquillado con signos de la edad y una prótesis nasal. Pero en el segundo la transformación es total, incluso en el tono de voz. Es imposible obviar el hecho de que el De Niro más protésico parece un poco de cartón-piedra, pero no deja de tener mérito el hecho de que ha dotado a cada personaje de una personalidad bien definida y diferente uno de otro.
Alto Knights parte de una buena base. No solo cuenta con un equipo que ha demostrado ser más que solvente en otras producciones de Hollywood, sino que se basa en una historia real fascinante. Sin embargo, nunca llega a cuajar en la gran pantalla. Ni la voz en off de De Niro ni el intento narrativo por avivar el ritmo salvan a la cinta de momentos aburridos. A pesar de estos defectos, es una producción elegante con una recta final que consigue mantener la atención, pero el espectador llega tan cansado que ha perdido el entusiasmo por el camino.