El ascenso de la luchadora Mildred Burke (interpretada por Emily Bett Rickards) a la fama en una época en la que la lucha libre femenina estaba prohibida en muchos estados. A pesar de las dificultades y los obstáculos sociales y culturales, Mildred Burke rompió barreras y se convirtió en una de las figuras más influyentes del mundo de la lucha libre, desafiando las normas establecidas sobre el papel de las mujeres en los deportes. Su historia no solo destaca su habilidad y determinación en el ring, sino también su lucha por la igualdad y el reconocimiento en un ámbito dominado por hombres. Burke se enfrentó a prejuicios y luchó por abrir puertas a futuras generaciones de mujeres en este deporte, dejando un legado perdurable.