Crítica de SensaCine.com para Ella siempre dice sí: Adictos a las bodas

Con el paso de los años, Ella siempre dice sí es y será recordada más por ser el filme donde Alec Baldwin y Kim Basinger iniciaron su romance (acabaron pasando por la vicaría), que por sus logros artísticos. Y la verdad es que poco hay que destacar de esta comedia romántica contada a la carrera sobre los encuentros y desencuentros amorosos de su pareja protagonista.

Ambientada en los años cincuenta, la película de Jerry Rees, a pesar de contar con un guión original de Neil Simon, intenta recuperar sin mucho éxito las screwball comedies clásicas. La guerra de sexos aquí la mantienen una cantante de clubs nocturnos, Basinger, y un playboy magnate de la industria de los dentífricos, Baldwin. Los diálogos entre la pareja pretenden ser mordaces pero acaban resultando anodinos, y la dirección de Rees se conforma con ser la de un correcto e impersonal artesano. A la historia le falta chispa, algo de carisma y buenas ideas de puesta en escena.

A favor: Kim Basinger cantando, que, por cierto, lo hace la muy de bien

En contra: su fallida comicidad