Amor y pretecnología
por Paula Arantzazu RuizCelofán, muñecos Lego, disfraces peludos, maquetas de trenes. El universo recortable de Michel Gondry es inagotable, un torrente de imaginación, creatividad y excentricidades sin límite. Después de esa joya generacional que supuso ‘Olvídate de mí! (2004), el francés volvió a la carga y sin la ayuda en el guión de Charlie Kaufman con esta preciosista historia de amor platónico entre Stéphane, interpretado con mucho mimo por Gael García Bernal, y Stéphanie (Charlotte Gainsbourg), vecinos en el mismo inmueble y sin embargo de sentimientos no encontrados. No sucede así en los sueños del protagonista, donde la pareja vive su amor rodeada de cachivaches de papel maché, nubes de algodón y caballos en patchwork. Muchos lamentarán la carencia de laberínticas estructuras narrativas o el tono ácido de algunos trabajos anteriores de Gondry, pero en ‘La ciencia del sueño' todo es tan irremediablemente encantador que resulta imposible sucumbir a esa poética de la pretecnología que irradia. ‘La ciencia del sueño' es algo así como ‘El viaje a la luna' de Méliès contemporáneo, repleta de hallazgos brutales y una bellísima oda al cine artesano.
A favor: Su magia.
En contra: Es la película más blandita de Gondry.