Harry Valentini (Danny DeVito) y Moe Dickstein (Joe Piscopo) se adentran en el oscuro mundo de la mafia cuando pasan a ser los mensajeros del más exitoso y temido hombre de la mafia norteamericana. Poco tiempo después, deciden robar parte de la riqueza de este conocido capo, Anthony Castelo (Dan Hedaya), con el único objetivo de multiplicar dicha cantidad de dinero. Para ello acuden a las carreras de caballos, donde creen que habrá grandes probabilidades de alcanzar la meta autoimpuesta. Como era de esperar, pierden las apuestas y con ellas el dinero invertido, hecho que complica la situación de estos dos aventureros. A partir de este momento, unos cuantos sicarios van tras la pista de Harry y Moe, persiguiendo las deudas que estos han asumido tras la pérdida de todo ese dinero. Así, estos dos escapistas huyen despavoridos, tratando a toda costa de desaparecer cuanto antes de Atlantic City, para, de esta forma, no ser alcanzados por aquellos que tan sólo desean verlos muertos.
Brian DePalma, director de esta comedia norteamericana y conocido por sus atípicas novelas de suspense y homenajes a Hitchcock, pretende dar un giro a su ya conocido método de acción.
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