"Regreso Al Futuro" es un emblemático film ochentero de la mano de Steven Spielberg y Robert Zemeckis, que dio origen a una de las franquicias más populares de la década. Con guión del propio Zemeckis y Bob Gale, la génesis del film nace de una experiencia anecdótica de Gale en que había descubierto, en un viejo anuario, que su padre había sido miembro de la directiva de su curso, al igual que él. En ese momento, se preguntó si su padre y él hubiesen sido amigos en el caso de haber coincidido en el colegio. Esta idea, aparentemente muy poco interesante, terminaría resultando en la trama del adolescente que viaja por accidente al pasado para conocer los hechos que vinculan a sus padres y su propio futuro. El guión estuvo, entre 1980 y 1984, dando vueltas en las oficinas de estudios cinematográficos como Columbia, que tenía sus dudas en invertir tiempo y dinero en un proyecto bastante ambicioso como era una aventura en el tiempo y más con el fracaso de la cinta "Frenos rotos, vidrios rotos" (1980) del mismo Zemeckis que los mismos estudios habían costeado, mientras que Disney no podía tolerar que en el guión se insinuara una relación incestuosa entre los personajes de Marty McFly y su madre. Finalmente, la Universal, con el apoyo e influencia de Spielberg, acepta embarcarse en lo que sería el inicio de una de las sagas más populares y reconocibles de los 80s.
El éxito de "Back To The Future"(1985) radica, seamos honestos, en el carácter locuaz, liviano y simpático de su trama, y principalmente en la naturaleza de comedia y película de aventuras (por sobre su naturaleza de ciencia ficción) que supone que un adolescente común y corriente se vea envuelto, por accidente, en un viaje en el tiempo, que lo lleva a conocer a sus padres en la etapa anterior a su noviazgo. Sin embargo, Marty nunca pretendió viajar al pasado ni menos conocer a sus padres en esa etapa de sus vidas, se metió en este enredo gracias a su amigo, el Dr. Brown, quien lo citó extrañamente mientras la prensa habla del robo de plutonio y una banda de terroristas atenta contra "el Doc", como él cariñosamente lo llama, y al intentar huir, utiliza en DeLorean del científico, que lo lleva a otro tiempo. El principal segmento del film, entonces, se desarrolla en el viaje de Marty a 1955, en el que su madre lo conoce por accidente y se siente atraída por él, poniendo en peligro que ella se enamore de su padre y, por tanto, él pueda ser concebido. George McFly tendrá, además, que lidiar con la competencia y los constantes abusos del matón Biff Tannen. No deja de ser potencialmente entretenido y nostálgico centrar el guión en las sensaciones que Marty tiene cuando tiene la oportunidad de ver a sus padres en la misma edad que él tiene, interactuar con ellos y poder valorar y entender los sentimientos, anhelos y miedos de sus padres en la adolescencia. En plena época de "los años dorados", los 50s, la experiencia le permite revalorar el concepto y apreciación que tiene de ellos. Incluso, si somos algo obsesivos con el psicoanálisis, podríamos advertir elementos de "temática del aprendizaje", porque Marty madurará, pasará de ser un adolescente a un joven con cierta madurez, cuando se dé cuenta que sus padres también pasaron por esta compleja etapa de la vida.
Hay otros elementos interesantes en la trama como el hecho de que el director proponga a un camarero negro que termina siendo alcalde. En plenos 50s, en la práctica hubiese resultado imposible, pero el hecho de que en Estados Unidos en la actualidad haya un presidente negro en la Casa Blanca, no parece del todo desfachatado y hasta se podría decir que hay acierto en la decisión de Zemeckis, por mucho que sea un blanco, Marty, el que lo incite a ello. Un elemento que se podría criticar al film es su humor excesivamente infantil, entiendo que Zemeckis prefiere que sea de esta forma porque la película está dirigida a un público adolescente, sin embargo, precisamente por eso, hubiese sido ideal que apostara por un equilibrio. Por otro lado, Alan Silvestri ("Forrest Gump", 1994, "Depredador", 1987) regala una de las más recordadas y potentes bandas sonoras de los 80s, cuyas notas resultan familiares para cualquier cinéfilo que se jacte de ello. Destaca también el single "The Power Of Love" de Huey Lewis And The News, exitazo indiscutido de esa década, y "Heaven Is One Step Away" de Eric Clapton.
Las actuaciones son memorables, Zemeckis tenía claro que el reparto para una aventura de ciencia ficción como ésta debía ser escogido con pinzas, para no perder la complicidad de los personajes con la historia y con el "respetable", por supuesto. Michael J. Fox, sin duda, nació para ser Marty McFly, el eterno adolescente de Hollywood, siempre "tropezando" con todo lo que se cruza por delante, ingenuo y noble, pero determinado ante lo que debe hacer. El hecho de que finalmente se quedara con el papel, dado que ya había audicionado Eric Stoltz, en mi opinión, constituyó un acierto, ya que aportó humor y jovialidad al personaje de Marty, pero no necesariamente tiene una actuación espectacular. Lo que sí le reconozco, sin dudas, a Fox es su química con Christopher Lloyd, el entrañable Dr. Brown. Lloyd está genial como el científico loco que fabrica la máquina del tiempo, una mezcla de Einstein y Larry Fine de Los Tres Chiflados, simplemente resulta difícil imaginarse este personaje sin la caracterización de Lloyd, cuya empatía y sencillez, además de identificación con el personaje, no deja lugar a dudas. El reparto secundario incluye a unos acertados Crispin Glover y Lea Thompson, como los padres de Marty, en especial en el segmento que los ubica en los 50s, como adolescentes ingenuos y soñadores, sin embargo, hay que destacar más a Thomas F. Wilson como el odioso y abusivo Biff Tannen, el prototipo de matón de barrio, que a la postre termina pagando sus fechorías.
En definitiva, película emblemática y sólida, que siempre perdurará en la historia del cine. Apoyada en un magnífico guión, y en unos diálogos realmente ingeniosos. Unos efectos visuales asombrosos y ante todo una historia trepidante y novedosa. Los tiempos están perfectamente marcados para que toda la historia no decaiga ni un sólo momento. Es como el cine de antaño, el de buenos y malos, que desgraciadamente se está perdiendo en la actualidad.
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