Crítica de SensaCine.com para 28 días después: El amanecer de los infectados

Agarrando el zeitgeist por sus partes nobles, Danny Boyle y su guionista Alex Garland parieron la primera película de supervivencia zombie del nuevo milenio y la que marcaría el standard sobre el que se fijaron todas las demás, desde el 'remake' de 'El amanecer de los muertos' hasta la serie 'The Walking Dead'; incluso el papi George A. Romero tomó buena nota de lo que habían conseguido los más aplicados de sus alumnos.

La secuencia inicial no sólo es modélica (inmersión absoluta en la desorientación del protagonista ante un mundo aniquilado y vacío) y aterradora, sino que se adelantó a momentos reales de pánico colectivo como los atentados del 11-S y su búsqueda de desaparecidos. Pocas veces ('Hijos de los hombres' podría ser otro ejemplo) la ficción apocalíptica ha retratado tan bien nuestro propio presente o el miedo al contacto infeccioso con "el otro" se ha manifestado tan amenazante. El periplo de Cillian Murphy por un Londres despojado de vida sigue resonando como una de las imágenes más potentes del cine reciente.

A favor: El prólogo apocalíptico con música de Godspeed You! Black Emperor, Cillian Murphy y la febril revisión de 'El corazón de las tinieblas' del tercer acto.

En contra: La sobreutilización posterior del score de John Murphy.