Sansa

El director de la película, Siegfried, quiso plasmar cómo era la vida de Sansa, un joven buscavidas que marcha de aquí para allá sin rumbo fijo. Encantador y despreocupado, es el prototipo ideal de la corriente bohemia. La cámara se pega a él y le acompaña como un amigo más en su larga trayectoria a través de las estaciones parisinas, de las calles de España y Portugal, de los rincones de Italia o de la vida nocturna de Japón, donde será testigo mudo de las aventuras de este singular personaje.