La película no fue concebida para dejar un final abierto a una tercera entrega, sino que la escena final tenía por objeto darle al personaje de Bourne un cierre y terminar la historia adecuadamente. Sin embargo, cuando se dio luz verde a una nueva secuela, los guionistas tuvieron que ponerse manos a la obra.
Jason Bourne no sonríe en toda la película.
Matt Damon noqueó accidentalmente a Tim Griffin, quien interpreta al agente de la CIA John Nevins, durante el rodaje de la escena en el consulado.
El rodaje se llevo a cabo en los legendarios estudios Babelsberg en Berlín y viajó por toda la ciudad para captar lo mejor de su diversidad y sus contrastes.
En el corazón del antiguo Berlín del Este, en Friedrichstrasse, donde se rodó la evasión de Bourne. La secuencia de la casa de cristal de Jarda se realizó en el suburbio de Wannsee, y parte de la persecución final en Potsdam. El Ostbanhof (Estación del Este) de Berlín sirvió como una réplica a una estación de tren de Moscú, y dos de los cuatro aeropuertos de Berlín también estuvieron implicados.
Doug Liman desistió de la realización de esta secuela, por lo que la elección de los productores se trasladó rápidamente a Paul Greengrass después de ver su película 'Bloody Sunday (Domingo sangriento)'. Para ellos, el estilo visual intenso del cineasta cercano al documental, se ha adaptado perfectamente a un proyecto como 'El mito de Bourne'.
"'El mito de Bourne' es la segunda adaptación del ciclo novelístico sobre Jason Bourne de Robert Ludlum. Este libro fue publicado en 1986 y se mantuvo durante 25 semanas en la lista de best sellers del New York Times"