Crítica de SensaCine.com para Carretera al infierno: Terror en la carretera

En 1986 Robert Harmon dirigió 'Carretera al infierno', película de suspense y de terror que tuvo cierto éxito en la década de los ochenta pero siempre moviéndose en un terreno minoritario. Su remake en 2007 a cargo de Dave Meyers, responde, evidentemente, a la moda de los últimos años de revisitar todos y cada uno de los hitos de cine terror de la década de 1970 y 1980 (y pronto se comenzará con los de los noventa) con el fin de actualizarlos. En la mayoría de los casos la aportación es mínima, aunque siempre hay algo: al fin y al cabo una historia aun siendo la misma siempre cambia en manos de otro autor y en otro contexto. En el caso de 'Carretera al infierno', la aportación es casi nula debido a que Meyers apenas es capaz de superar una película, la de 1986, que era una medianía, a través de una puesta en escena comedida, sin inventiva y sin capacidad para mantener el suspense más allá de sus primeras secuencias. El intento, no obstante, es digno y la película merece la pena verla por mero entretenimiento. Cabe destacar la búsqueda de crear una historia en la que el terror se presenta en estado puro y sin comentario alguno sobre su procedencia, aunque, al final, la propuesta no llega a ser tan interesante como cabría de esperar.

A favor: La búsqueda de construir un discurso sobre el terror sin un origen claro.

En contra: La sucesiva pérdida de suspense de la película.