En la Suecia de los años 90, la tranquilidad dio paso a un auge del crimen organizado, con guerras de pandillas y tiroteos. Detrás de este cambio estaba la Guerra de los Balcanes, donde el contrabando de tabaco financiaba al ejército yugoslavo. Radovan "Jakov" Jakovic, un delincuente menor, vio en los altos impuestos suecos al tabaco una oportunidad de oro.