Batalla de restaurantes cerró su segunda temporada con la noticia de que habría una nueva entrega. En el último programa, el equipo de Alberto Chicote viajó hasta Valladolid en busca de la mejor sopa castellana de la ciudad. Marieta, Hasta la Peineta, Que hierva y Brasería Los Charros. Y la encontró en la primera, ya que fue la mejor valorada de todos los participantes. Sin embargo, este restaurante tenía una peculiaridad: había abierto hace 4 días.
El programa de Chicote llegó a La Marieta el 1 de diciembre cuando aún no teían "ni carta de vino". Y es que el restaurante abrió sus puertas al público el 27 de noviembre, pero eso no fue impedimento para que Guillermo Simó y todo su equipo demostrasen al conocido chef y sus rivales que estaban ante un negocio con mucho futuro. Por ello, se alzaron con los 10.000 euros de premio que seguro le han venido muy bien para impulsar el negocio.
Atresmedia
"Nos pillaron muy, muy, muy en bragas. De hecho cuando vino el programa todavía no teníamos ni gas", señaló el dueño en una entrevista a El Español. El que llevara tan pocos días abierto fue una de las pocas quejas que sus revilaes pudieron dar a La Marieta. Guillermo reconoció que "era un mal momento" porque "es verdad que no es un restaurante al uso, pero ahora está ya más preparado". No obstante, su paso por el programa les ha llevado a tener "más repercusión de la que esperaba".
La idea de participar en Batalla de restaurantes no fue de Guillermo. Según cuenta al citado medio, la productora se puso en contacto con ellos. Acababan de vender el Fantoche para empezar una nueva aventura con Marieta, pero lo que no esperaban era que fuesen ganadores de un programa de televisión tan conocido. Y eso que no dieron su mejor servicio.
"Hay nervios, mucha gente en la cocina que no te permite hacer bien tu trabajo. En el comedor había 15 personas, con grandes focos, y eso te pone muy nervioso", explicó Guillermo sobre cómo fue grabar Batalla de restaurantes. Además, el dueño de La Marieta reconoce que algunas secuencias no le cuadraban en el orden cronológico por lo que algunas se han sacado de contexto.
Guillermo afirma que una de ellas fue cuando le preguntaron qué espera de las sopas de ajo de su compañero Santiago, de Los Charros. "Al no poner lo anterior se saca de contexto y parece que yo estoy criticando que tenga aceite cuando realmente estaba intentando echarle un capote a Santi. Yo sé que eso es un reality y sé que va a pasar", señaló, a la vez que aseguró que "no está guinizado" aunque sí les dicen que suele gustar a los espectadores.
A pesar de ello, Guillermo tiene muy claro si volvería a repetir en un formato de estas caracteristicas: "Este tipo de programas tiene un riesgo muy elevado. Pero pensando en mi carácter y si sabes que trabajas bien, sí, volvería. Si tuviera otro tipo, no, no hay nada que ganar", sentenció.