Cada vez el consumo televisivo es menor, ya que los hábitos de los espectadores han cambiado por completo. Hay formatos que siguen cautivando entre el público, como es el caso de El Hormiguero, pero otros que no terminan de encajar. Los dos últimos programas fallidos más sonidos han sido La familia de la tele y La Garita, ambos de RTVE. Sin embargo, a pesar de que muchos piensen lo contrario, el mayor fracaso de la cadena pública en los últimos años es otro.
Iba a ser una de las grandes apuestas de RTVE para el 2023, pero Vamos a llevarnos bien se canceló tras su primera entrega. Y es que se presentó como "un programa de actualidad con humor, entrevistas y reportajes en el que vence el que más haga reír", algo que no se entendió muy bien en su primera emisión.
Está claro que no todo funciona siempre en televisión, pero Vamos a llevarnos bien ya comenzó con mal pie antes de debutar. Su horario estaba previsto para las 22:00 horas aunque no empezó hasta las 22:50 horas. La razón de este cambio de última hora fue debido al especial informativo por el terremoto en Turquía y Siria. Y, como era de esperar, no le vino nada bien.
Vamos a llevarnos bien anotó un 4,8% de cuota de pantalla, que se traduce en 486.000 espectadores. Una cifra tan baja que no nos extraña que RTVE decidiera cancelarlo, pero lo que llama la atención es que la cadena pública ya había decidido poner fin a sus emisiones horas antes del estreno. Curioso, teniendo en cuenta que habían pagado 3.529.011,06 euros por 10 capítulos de una duración aproximada de 100 minutos cada uno.
No obstante, viendo lo pagado, RTVE afirmó que volvería a retomar el formato tras darle una vuelta. Y así ocurrió en verano, pero esta vez con Lorena Castell al frente y en la franja de 'late-night' con unos resultados bastante pobres. Tuvo de media 287.000 espectadores, lo que se tradujo en un 6,7% de 'share'.