Hace 24 años que Operación Triunfo se estrenó en la televisión española, revolucionando la parrilla. Casi 7 millones de espectadores de media (43,3% de cuota de pantalla) siguieron las galas del programa musical, en el que los participantes se encerraron en la Academia para luchar por su sueño: dedicarse a la música. Rosa López, Chenoa, David Bustamante o David Bisbal fueron algunos de los que conquistaron a la audiencia. Como dijo el cantante cántabro al final de El Reencuentro emitido en 2016, los dieciséis concursantes de Operación Triunfo 1 son "historia de la televisión y de la música de este país".
12 ediciones más tarde, mañana, lunes 15 de septiembre, 16 nuevos concursantes formarán parte de OT 2025 con el mismo objetivo de acabar dedicándose a la música. Antes de su estreno en Prime Video, SensaCine acudió el pasado 10 de septiembre al Parc Audiovisual de Terrassa para estar presente en la rueda de prensa que desvelaría las novedades de la edición. Y allí se encuentra la Academia y el plató del programa por lo que puedo decir que he cumplido el sueño de cualquier persona de mi generación.
José Irún / Prime Video
Tan solo tenía 7 años cuando comenzó Operación Triunfo, pero recuerdo a la perfección cada actuación de aquella primera edición. Sí, lo reconozco, fui una de esas espectadoras que se engancharon al programa de principio a fin y que se emocionaron con El Reencuentro en 2016. También he seguido cada edición de OT, algunas con más entusiasmo que otras, pero siempre con la mirada puesta en cada rincón de la Academia.
Seguro que no he sido la única espectadora del 'talent' musical que se ha imaginado en la Academia de OT, que tantos años lleva dirigida por Noemí Galera y con Manu Guix como director musical. O simplemente ha tenido la curiosidad de ver en persona este emblemático lugar televisivo en el que comenzó la carrera de Aitana, Pablo López, Bustamante, Bisbal, Manuel Carrasco y otros tantos artistas que hoy en día nos emocionan con su música.
La Academia ha cambiado mucho en estos años, incluso con respecto a la edición anterior, pero sigue teniendo la esencia de siempre. Cruzar la icónica puerta de entrada, ahora con el logo de OT en grande, da una sensación de entrar en "casa". Mobiliario más colorido y con mayor luz en todas las estancias, sí, pero cada rincón me llevó a momentos míticos de todas las ediciones del 'talent'. Algo que también me ocurrió al visitar el plató de OT.
Nada más entrar recordé aquel momento de Amaia diciendo "pero que rollo surfero si soy de Pamplona"; ver los boxes me llevó al mítico ensayo de Escondidos de Chenoa y Bisbal; la sala general de ensayos me recordó cuando los concursantes de OT 2 vieron entrar a Mariah Carey por la puerta o la cantidad de repartos de temas que he visto con tensión; y, como no, al ver el plató no pude evitar rememorar la icónicas actuaciones de las 13 ediciones. Eso sí, lo que más me emocionó fue cruzar la mítica pasarela (más pequeña de lo que pensaba, por cierto).
Para mí, pisar la Academia y el plató de OT ha sido un sueño cumplido. Aquella niña de 7 años que siguió cada paso de Bustamante -sí, era mi favorito (y lo sigue siendo)- siempre quiso entrar en aquel lugar. No porque canté bien, ya que no pasaría ni de la primera fase del casting, más bien por estar en uno de esos sitios en los que han estado algunos de sus ídolos. Y es que Operación Triunfo lleva formando parte de mi vida 24 de los 31 años que tengo. ¡Cómo no va a ser "casa" la Academia!