Cifras y letras tiene nuevo ganador. Este jueves 16 de octubre Diego Aguado Hernández se ha alzado con 83.300 euros, 70.000 de bote más 13.300 que había acumulado en 16 programas. Este matemático al que muchos espectadores le consideraban "la calculadora humana" cumplió su sueño al participar en el concurso de La 2, pero nunca pensó que podría llegar a ganar el bote.
Cuando se anunció el regreso de Cifras y letras, Diego tenía como objetivo quitarse "una espinita clavada", ya que había intentado participar en el programa cuando se emitía en las autonómicas y es su concurso favorito. Y lo ha conseguido de la mejor manera. Eso sí, este madrileño de 46 años se ha preparado para ello: "He intentado analizar todo el programa lo máximo posible durante los dos años que se ha estado emitiendo e ir sacando pequeños detallitos", señala a SensaCine.
Por el momento, no piensa en presentarse a otro concurso porque Cifras y letras es "la cima de lo que podía aspirar a concursar y encima con tanto éxito". No obstante, no descarta la posibilidad de participar en algún especial del concurso e incluso animarse a prepararse para Pasapalabra. Pero tiempo al tiempo, primero toca disfrutar de los más de 80.000 euros que, si puedo, invertirá en una casa.
RTVE
¿Qué fue lo primero que se te pasó por la cabeza al ver que ganabas el bote de Cifras y letras?
En un primer momento, incredulidad. Dudaba si realmente había terminado la prueba o me quedaba una palabra, fueron unos primeros segundos así y ya en el momento que Aitor dice que sí, el bote tal, ya una explosión de emoción y de alegría. Pues espectacular.
¿Qué es lo que vas a hacer con el premio? Al final sumado con lo que ya llevas acumulado en los 16 programas son 83.300 euros.
De inicio pensaba que iba a estar unos pocos programas y que sacaría un poquito para invertirlo en algún proyecto propio dentro de lo que me dedico, de las editoriales de juegos de mesa. Pero claro, ahora como al final ha sido un bote bastante más importante, pues espero que dé para algo más. A lo mejor poderlo juntar con unos ahorrillos y ojalá que me dé para la entrada de un piso. Sería una inversión importante.
Una de las características de Cifras y letras es que los concursantes no permanecen mucho tiempo, a diferencia de otros concursos. ¿Ibas con la idea de ir a ganar el bote? ¿O ibas a ver que sucedía?
Sí, un poco más lo segundo porque es lo que dices. Este programa es de los que es muy difícil mantenerse, por la puntuación que tienen que hace que las últimas pruebas valgan cada vez más y hacen que un patinazo al final puede pesar muchísimo. Entonces es muy difícil mantenerse mucho tiempo.
Yo iba con una idea un poco más modesta. Mi objetivo sobre todo era ganar el primer programa. Eso es lo que quería sí o sí y ya a partir de ahí lo que viniera eran como de regalos, por así decirlo. Obviamente yo me me he esforzado en intentar que fuera lo máximo posible, pero a partir de ahí digamos que el mínimo ya estaba cumplido y ya era ir sumando. Y realmente el bote en sí no me lo planteaba para nada, en todo caso era más centrado en aguantar el máximo número de programas que pudiera. Al final he tenido la suerte de que han sido las dos cosas: he aguantado bastantes programas y luego el bote. El cuarto bote más alto si no me equivoco.
Ahora la mayoría de concursantes se preparan para participar en concursos, incluso algunos se lo toman como unas oposiciones. ¿Tú cómo te has preparado para participar en Cifras y letras?
La verdad es que es un poco cierto. Yo he intentado analizar todo el programa lo máximo posible durante los dos años que se ha estado emitiendo e ir sacando pequeños detallitos. No he estado centrado en eso porque hacía otras cosas, pero es verdad que no me he perdido ningún programa sea en directo o viéndolo luego en diferido. Siempre intentaba sacar pequeños detalles fijándome en los ganadores qué hacían, qué pequeñas ventajas se podían sacar en cada prueba y un poco por hacer.
Salvando las distancias, por hacer un poco la metáfora con la Fórmula 1, al final todo es una suma de pequeñas diferencias que te hacen arañar una centésima y cuando sumas todas tu coche queda delante del rival. Pues aquí yo por lo menos me lo he planteado un poco de esa misma manera.
¿Qué es lo que más te ha costado de las pruebas de Cifras y Letras?
Es verdad que mi punto fuerte son las cifras, sin duda, pero sí que también se me dan razonablemente bien las letras. Se me da bien la la velocidad en sí, que para los duelos es casi más importante, también mantener la concentración... Es un poco un equilibrio de cosas. A lo mejor sí puedo tener un poco el punto fuerte en el cálculo, pero tampoco creo haber sido el mejor en eso ni mucho menos. Yo creo que más que tener un punto muy fuerte es que no tengo ninguno demasiado débil y por ahí a lo mejor es lo que me ha servido también para afianzarme.
Has pasado por otros concursos de televisión, pero has dicho tu favorito es Cifras y Letras. ¿Por qué?
Lo había sido siempre como espectador. Recuerdo la época en La 2 con Elisenda Roca, cuando yo era niño, que fue como de los primeros programas que me llamó la atención porque era muy fácil jugar desde casa. Competir contra los concursantes que estuvieran en ese momento y muchas veces pensando que les ganaba y encontraba algo mejor que ellos. Siempre me había picado el gusanillo. Luego pasó unos años por las autonómicas que ya tuve edad para concursar y lo intenté, pero no me cogieron en el casting en aquella ocasión. Entonces, se me había quedado también como la la espinita clavada. Mi concurso favorito, pero al que nunca podía ir. Luego lo quitaron y cuando me enteré que volvía hace dos años fue como 'aquí tengo que entrar como sea'.
¿Tenías claro que te ibas apuntar al casting cuando te enteraste que volvía Cifras y letras?
Sí. De hecho, cuando empecé a escuchar que que volvía, enseguida busqué la productora y el casting para intentar entrar desde desde el principio. Tuve la suerte de hacer el casting muy rápido, eh, y que me cogieran, pero es verdad que luego he estado esperando mucho tiempo. O sea, una cosa es que te den el ok y otra cosa es que al final te llamen con una fecha para concursar. Entonces, bueno, como que lo he vivido a lo mejor más intensamente por saber que estaba calentando en el banquillo.
Además, sin desmerecer al antiguo, que era otro formato con otro encanto, me ha gustado mucho la actualización. Creo que le han dado una vuelta de tuerca muy buena, muy moderna y el horario también tan diferente en el que se ha puesto. Un horario mucho más tardío para lo que estamos acostumbrados en los concursos, pero que parece que también ha encontrado ahí su hueco. Creo que ha funcionado todo bastante bien.
¿Y has pensado presentarte a otro concurso?
Ahora mismo, la verdad que no. Estoy como muy viviendo el momento que encima, como te digo, ha sido como pues muy largo. Casi estos dos últimos años no ha sido lo único porque he hecho alguna otra cosita pequeña, pero he estado muy centrado en el concurso. Era para mí como la cima de a lo que podía aspirar a concursar y encima con tanto éxito. Creo que esto ya es es insuperable. Aún así, yo siempre he tenido la el gusanillo de los concursos y lo bueno es que siempre los he disfrutado al margen de lo que gane o pierda. Eso no lo voy a perder y en algún momento volveré a alguno o, si surgiera la oportunidad de algún especial de Cifras y letras, sería el primero en en ir.
¿Y no te animarías a volver a Pasapalabra?
Estaría encantado de volver a intentarlo en Pasapalabra. Lo que pasa que entiendo que es más difícil, pero yo desde luego estoy abierto a ir y a también intentar preparármelo lo mejor posible.
Uno de los concursantes más conocidos de esta etapa de Cifras y letras es Álvaro Gamboa, ¿te hubiese gustado enfrentarte a él?
Sí y no a la vez. Me parece un extraordinario de un pequeño puñado de concursantes que sí que le veo una habilidad con los números, vamos, absolutamente superior. Tremendo. Además tiene la casualidad de que yo estudié matemáticas y su padre fue profesor mío, entonces tengo un poquito ese ese pequeño lazo con él y lo seguí muchísimo cuando salió. Me pareció asombroso y como que todos los compañeros de la facultad pues enseguida empezamos a hablar, mira este que es es el hijo del profesor Gamboa. Además que, para su corta edad, lo hacía fenomenal y se le veía con madurez. La verdad es que sí estaría encantado de perder contra él.