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    Es una de las mejores películas de fantasía de la historia, pero estuvo a punto de quedarse en el asiento trasero de un taxi
    Alicia P. Ferreirós
    Amante de las series y gran aficionada al terror, la ciencia ficción, la crónica negra y el ‘true crime’.

    Una vez recuperada, el director no quiso los grandes presupuestos que le ofrecieron diversos estudios: apostó por la sencillez y el resultado fue una joya.

    Han pasado casi 17 años del estreno de El laberinto del Fauno, pero la inolvidable película de Guillermo del Toro, una de las más icónicas del cineasta mexicano, sigue siendo considerada una de las mejores películas de fantasía de todos los tiempos. Sin embargo, la historia estuvo a punto de perderse cuando el director se dejó su cuaderno más preciado, que contenía más de dos décadas de anotaciones sobre la potencial película, olvidado en el asiento trasero de un taxi.

    Cuando El laberinto del Fauno vio la luz en cines en 2006, Del Toro ya era popular por varios de sus trabajos. El cineasta venía de trabajar en la ciencia ficción con su primera película famosa, Mimic (1997), de haberse adentrado en el terror con El espinazo del diablo (2001) y de haber llevado a cabo con éxito las adaptaciones de los cómics Blade II (2002) y Hellboy (2004), pero la coproducción hispano-mexicana era un proyecto mucho más especial para él. Una especie de película soñada en la que de algún modo llevaba trabajando desde 1993 a través de anotaciones y dibujos.

    El laberinto del fauno
    El laberinto del fauno
    Fecha de estreno 11 de octubre de 2006 | 1h 58min
    Dirigida por Guillermo del Toro
    Con Ivana Baquero, Sergi López, Doug Jones
    Medios
    4,9
    Usuarios
    4,1
    Sensacine
    4,5

    Una de las grandes curiosidades que rodean la película es que esos cuadernos fueron olvidados por un descuido en un taxi en Londres, justo cuando por fin había comenzado a fantasear con que la película pudiera materializarse. El olvido dejó a Guillermo del Toro absolutamente angustiado y pensando que, sin sus dos décadas de anotaciones y con un guion aún por escribir, tendría que abandonar el proyecto antes de haberlo comenzado. Había perdido todo lo que tenía. Sin embargo, el sufrimiento apenas se prolongó un par de días, puesto que el taxista se las apañó para localizarle y devolverle el preciado material.

    Según explicó el propio Del Toro en una proyección especial coincidiendo con el 15 aniversario de la película, en aquel momento se le había ofrecido llevar a cabo una película de gran presupuesto y él había comenzado a plantearse si lo que quería realmente era sacar adelante la película con la que había soñado durante las dos últimas décadas: "Después de que Hellboy y Blade II fueran un éxito, me ofrecieron una película de superhéroes. Estaban empezando a escoger. Yo estuve pensando sobre ello, porque era muy tentador, y me dije: '¿Hago El laberinto del fauno o hago una gran película?".

    Entonces, en plena inseguridad, el cineasta perdió su preciado cuaderno. Y recuperarlo fue la señal que necesitaba:

    Me dije: 'Lo entiendo Señor, haré El laberinto del fauno, pero devuélveme mi cuaderno'

    "Me gusta pasar de películas grandes a películas más pequeñas", explicó Del Toro. "Me gusta porque te mantiene honesto y te mantiene asustado. Ambas cosas son muy importantes. Pero todo lo que podía salir mal en El laberinto del fauno salió mal", admitía recordando que incluso parte de su equipo pensó que lo que tenían entre manos era una locura. "

    "El primer día que [Doug Jones] apareció... dijeron: '¿Qué hace este estadounidense vestido de fauno en una película de época fascista?'", recuerda. Pero quizá la clave siempre estuvo en que Del Toro no tenía ningún tipo de intención de hacer un blockbuster, sino tan solo sacar adelante la película que había visionado en su creativa cabeza. "Pensé que estaba haciendo una película para una audiencia pequeña, lo mismo que me ocurrió con La forma del agua. Las películas que trato de hacer nunca tienen sentido. Nunca he presentado una película y me han dicho: '¡Oh, wow!'".

    Otro detalle importante que pudo poner en peligro la producción fue el presupuesto planteado por Del Toro, que tenía claro que no tendría que superar los 20 millones de dólares. Cuando los potenciales productores le dijeron que era imposible llevar a cabo una película de fantasía de esas características con un presupuesto tan limitado, él tuvo claro en que encontraría una productora que estaría conforme con aquella cifra. De igual modo, también algunas productoras de Hollywood también le ofrecieron el doble, pero con la condición de que se rodara en inglés. Del Toro se mantuvo firma y la encontró: El laberinto del fauno de produjo con un presupuesto de 19,2 millones de dólares y resultó ser un auténtico éxito comercial.

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    Protagonizada por Sergi López, Maribel Verdú, Ivana Baquero, Doug Jones y Ariadna Gil, entre otros, El laberinto del fauno se ambientaba en plena posguerra y nos presentaba a una adolescente de 13 años, Ofelia, que viajaba junto a su madre embarazada a la casa en la que comenzaría a vivir junto a su nuevo padrastro: un cruel capitán del ejército obsesionado con los republicanos. Una noche, un hada visitaba a Ofelia con la misión de facilitar su encuentro con un fauno, una criatura mitológica a través de la cual conocía su verdadero pasado: es la última princesa de su estirpe y los suyos esperan su regreso al reino mágico al que pertenece.

    Una magistral combinación de película histórica y fantasía que hizo las delicias de público y crítica, que ganó tres premios Oscar y con la que Del Toro se coló en todas las listas de lo mejor de aquel año. Casi 17 años más tarde, El laberinto del fauno sigue siendo una de las mejores películas de fantasía jamás producidas y una de las obras cumbre de la filmografía del oscarizado cineasta. Bendito taxista.

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