Esta noticia podría ser otra simple curiosidad de esas que saltan al ojo, pero lo cierto es que cuanto más investigas, más sentido tiene. Todo nace de una apreciación en Twitter creada por el usuario John Roderick, que dijo lo siguiente: “Mi hija acaba de preguntar, ‘R2D2 estuvo ahí durante toda la historia y nunca le borraron la memoria, así que, ¿por qué no le dijo a Luke en algún momento que Vader era su padre?’. Me quedé sentado como un tonto hasta que ella se encogió de hombros y se fue”. Y a priori es verdad, es lo que pasaba en Una nueva esperanza... ¿O quizá no?
Alguien puede tirar por tierra la versión de la niña de una manera casi definitiva (pero inexacta): al final de La venganza de los Sith, Obi-Wan, Yoda y Bail Organa toman la decisión de borrar la memoria a los droides y que de esta manera nunca supieran lo que pasó. Pero… ¿Lo recuerdas bien? Realmente lo que se dice es que borrarán la memoria a los androides de protocolo, o sea, a C3PO, por lo que R2D2 seguiría recordando lo que pasó. De momento, la niña tiene razón.
Entonces, ¿cuál es el motivo de que el droide nunca le dijera a Luke a lo largo del Episodio IV que el Sith malvado al que persigue es su padre? Bueno, es posible... que no lo sepa: al fin y al cabo él conoció a Anakin y después a Darth Vader, pero no vio la transformación. Para él, Anakin está muerto. Si nadie habló de ello cerca de él, solo podría intuirlo. Podría haberlo escuchado en el viaje hacia y desde Mustafar, pero lo cierto es que en uno Padme no sabía lo que había pasado cuando Obi-Wan subió a la nave y en el otro estaba de parto y no era el momento para hablar de que su marido se había convertido en un Sith, por lo que sea. Esta hipótesis es posible: R2D2 simplemente no está seguro de la información o no la sabe.
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Sin embargo, se abre una tercera vía: puede que el recuerdo estuviera encriptado en su interior y, para sacarlo, habría que matarlo, como se deja caer en las novelas. Aunque hay un cómic en el que R2 lo sabía todo pero no se lo contó a Luke por miedo de lo que haría con él. Quién sabe. ¡Al final la pregunta infantil tenía mucha más tela que cortar de lo que parecía!
