A comienzos de los 90, un operario de una de las fábricas de Cheetos que había en Estados Unidos se atrevió a llamar por teléfono al mismísimo CEO de la empresa para contarle que tenía una idea. En una de estas historias que parece demasiado buena para ser cierta, ese operario inventó los Flamin Hot Cheetos -uno de los snacks más famosos del país americano-, puso a los latinos en el mapa y transformó su vida para siempre. 30 años después, la película Flamin’ Hot: la historia de los Cheetos picantes cuenta su fascinante trayectoria.
"Todo eso pasó. Eso es real", nos dice Eva Longoria en una entrevista durante la promoción en Madrid de la película de la que es directora. Este desconocido héroe latino merecía llegar al público más ‘mainstream’ de mano de alguien que conociera muy bien el impacto que tuvo esa innovación para la población latina estadounidense. Longoria creció en Texas dentro de una familia latina comiendo Hot Cheetos. Como ella misma dice, “toda mi vida me preparó para este momento”.
“La primera vez que yo comí Cheetos normal pensé que algo pasaba con mi bolsa, estaba como ‘¿Qué pasó con mi bolsa? No está bien’. Y me dijeron: ‘No, son normales. Hacen normales’. Y yo pensé: ‘¿Por qué?”, cuenta Longoria entre risas. Conocía de sobra los Cheetos picantes, pero no sabía que detrás había una historia fascinante que la estaba esperando para ser contada.
Como cuenta la película, Montañez entró a trabajar como conserje en una fábrica de Cheetos cuando decidió añadirle algo de sabor mexicano -y mucho picante- a los ya conocidos Cheetos. Descubrió una explosión de sabor y un modo de penetrar en un mercado al que nadie había hecho caso: los latinos que vivían en Estados Unidos. Su ocurrencia no solo fue una genial decisión empresarial, también fue una pequeña revolución por la visibilidad de esta minoría en el país norteamericano.
“La época de la película era mi época”, asegura la realizadora, “Cuando leí el guion sentí que era Richard Montañez. Mi papá es Richard Montañez. Mi tío es Richard Montañez.. La experiencia de los mexicanos americanos es única. No todo el mundo conoce la experiencia de nuestra comunidad en Estados Unidos. Hay muchos latinos en Estados Unidos y nuestras historias sí importan”.
Yo pensaba: ‘Soy la única persona que puede dirigir esta película’. Quería poner una imagen en la pantalla que reflejara nuestra comunidad. Que pensara: ‘Si este hombre puede hacer esto, ojalá que yo lo pueda hacer también’
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La aprobación del verdadero Richard Montañez
Las películas sobre historias reales suelen tomarse licencias creativas a favor del ritmo y la claridad de los hechos y, aunque Flamin Hot también ha modificado algunos aspectos, cuenta con la aprobación del protagonista verdadero, Richard Montañez, que estuvo involucrado en todo momento detrás de las cámaras.
“Richard estaba muy involucrado. La película es desde su punto de vista”, asegura Longoria. En algún punto de la producción dieron con una conexión mágica, ya que los actores protagonistas, Jesse Garcia y Annie Gonzalez, llegaron a interiorizar a sus personajes a la perfección. “Cuando estábamos grabando, [Richard] estaba detrás de las cámaras y Jessie y Annie -que son Richard y Judy en la película- estaban hablando y Richard decía, muy sorprendido: ‘Yo dije esto en este momento. Yo le dije estas palabras exactas’. Pero estaban improvisando. No estaba en el guión este momento”, desvela la directora.
Uno de los momentos más emocionantes es cuando Montañez recibe luz verde para hablar con el CEO de PepsiCo, Roger Enrico. En un inesperado giro, la secretaria del empresario, Patti Rueff, pasó la llamada. "Richard, cuando está dando discursos en todo el mundo, siempre da las gracias a esta mujer porque ella no tenía por qué pasar la llamada, pero dijo 'No, yo creo que mi jefe quiere hablar contigo", asegura la realizadora, "Estábamos en Dallas en un 'screening' y Patti estaba ahí. La Patti real. Y habló de Richard: 'Yo recuerdo cuando me llamó. Recuerdo cuando vino, cuando llegaron los paquetes y los probó Enrico”.
Esta es la historia que ha elegido Eva Longoria para debutar como directora en un largometraje. En realidad, ella ya tiene mucha experiencia al mando de series de televisión, pero aquí ha dado el salto a la pantalla grande. "Mi experiencia dirigiendo televisión valió mucho. Sabía cómo manejar el horario y a los actores para que estuvieran listos cuando no teníamos mucho tiempo. Toda la experiencia de mi vida, de mi trabajo y de mi trabajo político me ha ayudado. Creo que toda mi vida me preparó para este momento".
