Era una apuesta arriesgada y combinaba ingredientes poco comunes, pero hace ahora más de una década surgió la idea de hacer una película de terror sobre la peor pandemia de la historia de la humanidad y el resultado fue Garra Negra, un filme de época protagonizada por un entonces poco conocido Eddie Redmayne y el ya veterano Sean Bean que con el paso de los años ha caído completamente en el olvido.
Sin embargo, los fans del famoso actor británico tienen razones para recordarla como mínimo por una desagradable escena: probablemente la peor muerte de Bean en pantalla en cuanto a crueldad y violencia se refiere.
Garra Negra vio la luz en las salas de cine en 2010 y, aunque no suele ser mencionada cuando repasamos la filmografía de Bean y tampoco supuso un especial empujón para la carrera de Redmayne, su recaudación no estuvo nada mal: 382.000 dólares a nivel global según recoge Box Office Mojo. Disponible para su visionado en 'streaming' a través de Filmin y Movistar+, Garra Negra podrá verse hoy en abierto de la mano de la cadena de TDT Paramount, que ha programado su emisión para las 22.00 horas.
Ambientada en la Inglaterra del siglo XIV, absolutamente asolada por la Peste Negra, la película nos presenta a Osmund (Redmayne), un joven monje que mantiene una relación secreta y prohibida con una joven decide abandonar su monasterio cuando la mortífera plaga comienza a causar estragos en el lugar. Antes de la huida de Osmund se produce la de Averill, con quien planea encontrarse en un bosque cercano. Una gran oportunidad para que Osmund pueda salir del lugar se produce con la llegada de un grupo de soldados liderado por el caballero y sacerdote Ulric (Bean) en busca de su ayuda: necesitan un guía de la zona que les ayude a llegar a una remota aldea que ha conseguido mantenerse alejada de los terrores de la pandemia.
El objetivo es encontrar allí al nigromante, que tiene el poder de resucitar a los muertos, pero no tardan en darse cuenta de que el lugar esconde algo mucho más oscuro, relacionado con las fuerzas del mal y que las vidas de todos ellos están en peligro. Una oleada de violencia en medio de la peor pandemia que jamás haya conocido la humanidad.
Concebida inicialmente como una coproducción entre Reino Unido y Alemania, finalmente Garra Negra salió adelante con inversión únicamente alemana y experimentó algunos cambios importantes respecto a la idea inicial sobre el proyecto. Uno de ellos supuso que Sean Bean y Lena Headey no compartieran protagonismo, justo un año antes de terminar haciéndolo en Juego de Tronos, en la que él interpretaría a Ned Stark y ella a la carismática y odiada a partes iguales Cersei Lannister. No obstante, otra famosa actriz de la serie estrella de HBO fue la elegida en su lugar, para compartir protagonismo con Bean: Carice van Houten, la inolvidable Melisandre, que en esta película juega un papel principal.
Otro de los grandes cambios que experimentó Garra Negra en sus primeras fases de desarrollo fue su director, que inicialmente iba a ser Geoffrey Sax, pero que finalmente sería Christopher Smith.
"Mi punto de partida con Garra Negra fue pensar '¿Qué historia puede ser más interesante que la época misma?'. Así que desde el principio tuve mucho interés en mantener la película lo más realista y factual posible, sin dejar de ofrecer una película emocionante y oscura", contaría Smith en entrevista con Opium sobre lo que le había llevado a hacer una película sobrenatural sobre la epidemia. "Quería presentar un mundo cinematográfico en el que uno pensaría que tal vez así era realmente. La gente creía que la plaga había sido enviada por Dios para castigarlos o por el diablo para atormentarlos. Sin cura, el miedo había enloquecido a la población. Entonces, en este contexto, enviamos a un grupo de caballeros y a un monje caído en una búsqueda para descubrir por qué una aldea se ha librado de la plaga".
La recepción de la película a nivel de crítica fue bastante dispar, pero, en esencia, las críticas fueron positivas, con Garra Negra teniendo un 72% en Rotten Tomatoes.
