En 2010 Tim Burton se atrevió a adaptar el clásico de Lewis Carroll Alicia en el país de las maravillas. El universo de la niña que cae por el agujero encaja a la perfección con la mente del creador de La novia cadáver y triunfó con su visión propia. La cinta, aunque recibió críticas mixtas, recaudó más de 1.000 millones de dólares en todo el mundo.
La secuela se anunció tan solo dos años después y no fue hasta 2016 cuando vio la luz. Parecía tiempo suficiente para desarrollar una buena historia, pero las buenas intenciones no fueron suficientes. Alicia a través del espejo tuvo peores valoraciones y en taquilla no llegó a los 300 millones.
Una bajada drástica que decepcionó a los fans, el estudio y cualquiera interesado en la segunda parte.
Después de estar tiempo desaparecida, Alicia regresa al País de las Maravillas. Allí reina el caos y apenas puede reconocer a su gran amigo, el Sombrerero Loco. La protagonista de la historia debe viajar a través del mundo mágico para intentar cambiar el pasado. Para ello recurrirá a un enigmático artilugio conocido como la cronosfera.
Así es como podrá detener al malvado Tiempo antes de que se cumpla el plazo marcado por el reloj y el País de las Maravillas se convierta en un mundo estéril y sin vida.
Walt Disney Studios Motion Pictures
Una película que hizo perder al estudio 70 millones de dólares
Como decimos, Alicia a través del espejo recaudó mucho menos que su predecesora. Mientras la cinta original llegó a los 1.000 millones de dólares, la secuela se quedó en 300. Según estimó The Hollywood Reporter, la película hizo perder a Disney, al menos, 70 millones de dólares al quedarse un 70% detrás de Alicia en el país de las maravillas.
Entre las razones que podrían estar detrás de este fracaso está el hecho de que Tim Burton no regresó como director. En su lugar, James Bobin tomó las riendas de la producción, un director sin casi experiencia en el mundo del cine y quien sacó adelante series como Flight of the Conchords o Iluminada. Burton ya había dejado claro que no iba a regresar para dirigir una secuela, pero permaneció como productor. Con su beneplácito, Bobin se sumó a la producción con la intención de aportar algo nuevo. "Nos encantó la ligereza de James y su frescura. Él quería convertirlo en una comedia", declaró la productora Suzanne Todd en una entrevista con IGN.
Precisamente este cambio de tono no le sentó muy bien. La mayoría de críticas señalan su falta de carácter y de sentido del humor y se quejan, sobre todo, de haberse alejado del material original, algo que va completamente en su contra. "No parece una película diseñada para ser memorable o encantadora, sino simplemente para ganar dinero y entretener durante toda su duración", opina el crítico Michael J. Casey.
