No siempre el éxito sin precedentes de una película tiene potencial para dar lugar a una secuela pero es cierto que en la industria cinematográfica encontramos centenares de ejemplos en los que ha sido así. El cine además de un arte es un negocio y, cuando determinado título arrasa, es raro que no surja la tentación en el estudio responsable de, como mínimo, valorar si existiría la posibilidad de replicar su éxito con una segunda parte. En algunos casos, como el de Avatar, la ampliación de la franquicia está sobre el papel casi desde el principio, mientras que en otras, como Top Gun: Maverick, acaba sucediendo varias décadas después. En otras ocasiones, el exito de un filme no solo da lugar a una secuela, si no que se convirte en una franquicia de más películas, y en otras la idea de una continuación llega a ponerse sobre la mesa pero acaba descartada.
A ese último grupo pertenece la inexistente secuela de Se7en que pudo haber sido y no fue, ya que la película dirigida por David Fincher, a pesar de haber sido un auténtico bombazo en taquilla y ser considerada uno de los mejores 'thrillers' jamás realizados, no contó con el apoyo de los implicados necesarios para hacerse realidad.
Protagonizada por Brad Pitt y Morgan Freeman, Seven se estrenó en el año 1995 y supuso la consagración de Fincher, cuya experiencia como director se reducía a una buena colección de videoclips y a la criticada secuela Alien 3, como cineasta. A pesar de que en su día se produjeron algunas críticas a su violencia, la película causó un enorme impacto en su día, resultó ser un auténtico éxito en taquilla -con una recaudación de más de 300 millones de dólares-, nos brindó una de las mejores versiones de Brad Pitt y ahora es considerada de culto, especialmente dentro de su género.
El éxito de Se7en fue tal que la productora New Line Cinema lo tuvo claro: querían una secuela. Una continuación de la popular historia con un nuevo asesino en serie en el centro y William Somerset, el personaje interpretado por Morgan Freeman, de nuevo a cargo de la investigación. Incluso llegó a hablarse de su título, Ei8ht, y contó con un guion provisional en el año 2002. Pero nadie estuvo interesado.
Tanto Morgan Freeman como Brad Pitt expresaron entonces que no estaban interesados en protagonizar una secuela de Se7en, mientras que David Fincher fue muchísimo más tajante:
Me interesa menos que que me apaguen cigarrillos en los ojos
Así de claro lo dejaría Fincher años después en un evento en Nueva York organizado por la Film Society del Lincoln Centre cuando estaba a punto de estrenar El curioso caso de Benjamin Button.
Aunque Eight no pudo ser, sí hubo un plan B: el guion provisional fue reutilizado y dio lugar a Solace en 2015. Una película dirigida por Alfonso Poyart y protagonizada por Anthony Hopkins, Colin Farrell y Jeffrey Dean Morgan que fue un auténtico fracaso a nivel de crítica y también en taquilla a pesar de lo talentoso de su elenco.
