Jennifer Lawrence llegó a la fama siendo la heroína definitiva en Los juegos del hambre. Años después, pasó a un cine más para adultos, como es el caso de Gorrión rojo. En la cinta da vida a Dominika Egorova, una bailarina que es reclutada por las autoridades rusa para un programa especial de espionaje. Dominika recurre a todo tipo de trucos para dar con la información que busca y eso supone, en ocasiones, la atracción sexual.
La película contiene alguna que otra escena explícita y, aunque esto podría parecer un tema delicado, no fue el caso de Lawrence. En una entrevista con Entertainment Tonight en 2018, la actriz confesó que no tuvo ningún problema para pasearse por el set de rodaje estando desnuda, pero que es posible que el resto del equipo no lo viera de la misma manera.
Todo el mundo me hizo sentir tan cómoda que, probablemente, en algún punto hice que todos los demás se sintieran incómodos. Porque yo estaba como: 'No quiero llevar la bata. Estoy buena. Estoy comiendo'. Y todo el mundo estaba como: 'Necesita taparse'
Es más, en el programa de Ellen DeGeneres reconoció que esa secuencia fue un placer para ella. "Para mí, era un guion y una historia increíbles. Me encantó el personaje. No quería perdérmelo por mis extrañas inseguridades, así que lo hice. Fue adorable", asegura en el programa. La mayoría de los miembros del equipo ya la conocían de Los juegos del hambre, lo que hizo que se encontrara en medio de un entorno familiar. "Fueron muy majos y se despertaron a las 3 de la mañana para encender la calefacción porque estábamos en mitad del invierno húngaro y yo siempre me quejaba de que hacía frío".
Hasta llegar a ese punto de comodidad, Lawrence pasó por un proceso de diálogo con el equipo. Hay que tener en cuenta que cuatro años antes la actriz había sido una de las víctimas de la filtración masiva de fotos íntimas de famosas. Su papel en Gorrión Rojo le permitió tomar el poder. "La inseguridad y el miedo a ser juzgada por desnudarme, lo que pasé, ¿debería eso dictar las decisiones que tomaré por el resto de mi vida?", aseguró durante el estreno de la cinta en Nueva York.
Esta película cambió eso y ni siquiera me di cuenta de lo importante que era cambiar esa mentalidad hasta que la terminé
El verdadero reto para Jennifer Lawrence no tuvo nada que ver con el físico, sino con el acento de su personaje. La intérprete nació en Kentucky, por lo que la pronunciación de una persona rusa es algo que le queda muy lejos. Se esforzó por lograr un acento aceptable, pero eso no evitó el aluvión de críticas. Según el entrenador vocal Erik Singer, el trabajo podría haber sido mejor si hubiera colocado la lengua de manera adecuada. "Creo que habría hecho el sonido más orgánico y fluido", explica a Technique Critique.
Si tienes curiosidad por ver la película está disponible en Disney+. Dejando los temas de desnudos a un lado, Gorrión rojo es un 'thriller' decente con una buena actuación por parte de Lawrence, pero la historia termina siendo un poco convulsa.