Se podría anunciar desde ya mismo, antes de ver una sola película, que la 53ª edición de la SEMINCI puede ser la peor de su historia. La estimación cualitativa surge de la comprobación de la desinflada Sección Oficial a concurso donde únicamente se encuentran tres títulos de mediano interés: 'Adoration' de Atom Egoyan, 'Everlasting moments' de Jan Troell y 'Los reyes magos' de Mika Kaurismäki (hermano pobre del sobresaliente Aki).
Para el resto de la programación, el nuevo equipo presidido por Javier Angulo -aquí habría que hacer un énfasis valorando el hecho de que el director de la Semana no ha tenido tiempo suficiente para poder trabajar la programación dado lo inminente de su incorporación-, ha concedido un espacio privilegiado para el cine español (y coproducciones). Teniendo en cuenta el terrible año que arrastra el cine español, hay que reconocer que la puesta más que arriesgada, podría ser suicida.
Los títulos patrios a concurso son: 'Retorno a hansala' de Chus Gutierrez, 'Una cierta verdad' de Abel García Roure (la más interesante), 'La buena nueva' de Helena Taberna y 'Animales de compañía' de Nicolás Muñoz. Dos de las coproducciones son con Argentina -'El frasco' de Alberto Lecchi y 'La ventana' de Carlos Sorín- y otra con Francia y Alemana, 'La mujer del anarquista' dirigida por el matrimonio Peter Sehr y Marie Noelle.
El resto de la programación se completaría con 'Villa' de Ezio Massa (Argentina), 'Desierto Adentro' de Rodrigo Pla (México), 'Estómago' de Marcos Jorge (Italia-Brasil), 'Captain Abu Raed' de Amin Matalqa (Jordania), 'The Guitar' de Amy Redford (hija de Robert), 'The Loss of a Teardrop Diamond' de Jodie Markell (EEUU), 'Cherry Blossoms' de Doris Dörrie (Alemania), 'Dr. Alemán' de Tom Schreiber (Alemania), 'Flammeng og citroen' de Christian Madsen y 'Frygtelig Lykkelig' de Ruben Ganz, ambas de Dinamarca.
Daniel Villarraso
