David Trueba, Natalia de Molina y Javier Cámara presentando la película
La nueva película de David Trueba, Vivir es fácil con los ojos cerrados, cuenta la historia de un profesor de inglés fanático de John Lennon que decide dejar su monótona vida y conocer a su amado ídolo. Para ello cruzará el paisaje castellano del año 1966, rumbo a Almería, donde el más emblemático miembro de los Beatles se encontraría rodando una película, y en el camino conocerá a dos jóvenes fugitivos, entre ellos a Belén, una chica embarazada que huye del convento en el que estaba recluida. Javier Cámara y Natalia de Molina son los actores que dan vida a estos protagonistas. Y, aprovechando su paso por el preestreno que organizamos el jueves pasado en Palacio de Hielo en Madrid, les hemos hecho la entrevista que os dejamos a continuación.
La película está basada en la historia real de Juan Carrión, el profesor de inglés que trató de encontrar a John Lennon para decirle que debía poner las letras de las canciones en los discos.
David Trueba: Es un hombre que vive en Cartagena, tiene 89 años. Aún no ha visto la película, tengo que ir a su casa a enseñársela porque el hombre está un poco sordo ya. Sí estuvo en el rodaje y así los actores pudieron conocerlo de primera mano. Es una persona realmente magnífica. Cuando escribí el guión aún no le conocía, descubrí su historia por una pequeña crónica que leí en un periódico. No quise conocerle entonces porque yo quería construir una ficción a partir de una anécdota, no quería que la historia real me distrajera. Fue fantástico cuando le conocí y descubrí que era tal y como lo había imaginado: un tipo terco, voluntarioso, apasionado por la enseñanza, soltero, deportista, lleno de vida…
La película retrata la España franquista sin dramatismos ni excesos.
D. T.: Yo soy un poco maniqueo; creo que todas las épocas tienen su dureza, su dificultad. Uno no puede juzgar cuarenta años antes desde la perspectiva de ahora. Nuestros padres no eran como nosotros, eran personas que tenían otra manera de ser. Yo quería dar apuntes sobre lo violento de dicha época, contar la represión que existía de la forma más natural posible. Es como juzgar a tus padres por haberte dado un bofetón de niño, ellos jamás pensaban que se les pudiera criticar por eso. A mí me gusta mucho entrar en la personalidad de la época, mucho más quizá que en el decorado, en el maquillaje… no me gusta esa especial de obsesión por la estética. A mí me gusta mucho más entrar en la recreación de una época a partir del modo de comportarse, del modo de vivir, el modo de ser.
Javier, volviendo a los 60, eres un modelo de actor que has heredado la tradición cómica de grandes de nuestro cine como Alfredo Landa o José Luis López Vázquez.
Javier Cámara: Te agradezco que me lo digas. A mí me fascinan estos actores. También los neorrealistas italianos. Y americanos como Jack Lemmon o Dustin Hoffman. ¡También me gustan los guapos! Como Marlon Brando. Y me gustan mucho todas las actrices, desde Carmen Machi y Meryl Streep. En España tenemos una escuela de actor cómico que siempre ha funcionado muy bien. Hasta tenemos un adjetivo: "el landismo" que la denomina. Me siente muy contento de poder formar parte de ella. Claro que también me gustaría hacer de superhéroe, como Thor, pero es que veo los poster de Thor: El mundo oscuro y creo que no funcionaría [risas]. Una pena porque me encantan los desafíos.
D.T.: Eso son horas de gimnasio.
J.C.: Horas de gimnasio y una peluca rubia.
¿Qué tal fue la relación con Natalia y con Francesc?
D.T.: Yo tengo un gran problema con Natalia y se lo he comentado a Javier varias veces. Creo que Natalia nos miente y ha hecho más películas. Ha tenido otra vida bajo otro nombre o con otra cara. Su seguridad, su forma de trabajar, su certeza en las propuestas que hacía, la facilidad que ha significado trabajar con ella… yo se lo decía a Javier, "esta chica tiene treinta películas detrás".
Natalia de Molina: Es que tenía muchas ganas de que me dieran la oportunidad de trabajar, de expresarme y de darle vida y voz a un personaje. Me siento muy afortunada por poder haber interpretado a Belén.
D.T.: También tenía ganas Falete de tirarse en trampolín [risas].
N.M.: Tenía muchísimo miedo. Pensaba que me iba a sentir muy pequeña alrededor de tanto profesional. Ellos son gente magnífica, de mucho talento y yo una recién llegada. Tenía miedo de meter la pata. Tenía miedo de que por mi culpa se parara el rodaje de una escena. Menos mal que desde el primer momento todo fue muy bien. Tenía muchísimas ganas, era mi sueño y quería aprovecharlo.
J.C.: Tener miedo es normal. El día que te creas Leo Messi en esta profesión la has "cagao".
Vivir es fácil con los ojos cerrados
Alejandro G.Calvo
