El próximo mes de octubre llega cargado de estrenos, entre los que destacan la secuela de la terrorífica Annabelle. En esta nueva historia, titulada Annabelle: Creation, el director David F. Sandberg intentará explicar la historia de Samuel Mullins, un fabricante de muñecas que, tras la muerte de su hija de siete años en un trágico accidente, decide convertir su casa en un orfanato, sin anticipar el terror que está a punto de acosarles.
Ahora en SensaCine hemos decidido ahondar un poco más en esta historia, en concreto, en lo que se oculta detrás de esta historia, ¿cuánto hay de realidad?
The Telegraph, Mirror y Usa Today, entre otros, abordan esta pregunta analizando a los Warren, el matrimonio formado por Lorraine y Ed que desde los años 60 investigan temas paranormales en Estados Unidos y Reino Unido. Juntos han seguido muchos casos que ya han sido trasladados a la gran pantalla, como Amityville o la casa de Enfield. La historia de Annabelle comienza con la estudiante de medicina Donna, quién en su 28 cumpleaños recibió este objeto como regalo de su madre.
Al comienzo la joven estaba muy feliz con este regalo de su madre, pero pronto su compañera de piso empezó a notar que sucedían cosas raras. Primero los objetos se movían, después la propia muñeca se movía, y más tarde aparecieron notas por todo el piso que decían 'Ayúdanos', así como manchas de sangre.
Un amigo de ambas, Lou, las llevó a una medium para que le expusieran su situación con la muñeca, allí le explicaron que estaba poseída por el fantasma de una niña llamada Annabelle que simplemente quería sentirse a salvo. Tras esta explicación, ambas decidieron quedarse con la muñeca y cuidarla, pero poco a poco lo que sucedía se volvía cada vez más siniestro hasta que llegó un momento que, tras un ataque a Lou, no dudaron en hablar con un cura y posteriormente con los Warren, quién narran este encuentro así en su página web:
Los Warren, tras hablar con Donna, Angie y Lou, llegaron a la inmediata conclusión de que la muñeca no estaba poseída si no manipulada por una presencia inhumana. Los espíritus no poseen objetos inanimados como casas o juguetes, poseen personas. Un espíritu inhumano sí puede conectar con un objeto o un lugar, y esto es lo que sucedía con Annabelle. El espíritu manipulaba a la muñeca creando la ilusión de que estaba viva para conseguir reconocimiento. La verdad es que es el espíritu no quería seguir ligado a la muñeca, si no poseer a un humano
Tras este encuentro, los Warren procedieron a practicar un exorcismo con la ayuda de un cura, y apartemente el espíritu desapareció "estos experimentos duraron unas dos o tres semanas hasta estar seguros de que se había ido para siempre y de que no iba a tratar de matar o atacar a ninguno de los ocupantes de la casa".
Posteriormente, la muñeca pasó al cuidado de los Warren quiénes la encerraron tras los cristales de una urna del museo.
El libro, The Demonologist: The Extraordinary Career of Ed and Lorraine Warren, de 1980, explica la vida de este matrimonio y en él se explica precisamente este primer encuentro con el caso Annabelle, en el que citan al Padre Hegan y al Padre Cooke, el primero fue el que les presentó el caso, y el segundo el que practicó el exorcismo sobre la muñeca.
¿Preparado para pasar miedo?
